El hibisco, también conocido por su nombre científico como hibuscus o hibiscus rosa-sinensis, procede de la familia Malvaceae, y es originaria de las regiones tropicales y subtropicales. Es una planta muy reconocida por su forma y sus propiedades medicinales. Se trata de una planta de exterior originaria de Asia y cuenta con muchas variedades, casi más de 200. Se diferencia claramente de otras plantas por su flor roja, y su puntiagudo tallo lleno de polen. Aunque es cierto que también podemos ver esta planta en otros tonos como blanco, morado o amarillo.

La rosa de China, flor de jamaica o cayena (nombres adquiridos popularmente) también es conocida por sus propiedades medicinales que cuentan con antioxidantes que ayudan a mejorar la digestión.

Características del hibisco

El hibisco es una planta apta para la zona de exterior. De hecho, lo más recomendable es situarla al aire libre, pero en zonas de sombra. Puede llegar a crecer hasta los 5 metros de altura, menos cuando la cultivamos en maceta que suele rondar los 2 m.

Tiene unas hojas ovaladas muy características con los bordes dentados y un color verde oscuro. Es un arbusto de hoja perenne, y sus flores son bastante llamativas. Se caracteriza por tener normalmente cinco pétalos grandes con un enjambre lleno de anteras amarillas, situadas casi por encima de la corola.

Tipos de hibiscos

Existen muchos tipos de hibiscos a lo largo del mundo. Estas son algunas de las especies más conocidas de esta planta de exterior con flor:

Flor de hibisco plantada en el exterior.
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  • Hibiscus syriacus. Conocido también como rosa de siria, es una especie del hibisco. Crece habitualmente en zonas templadas y en el exterior. Cuenta con unas flores muy brillantes y en diferentes tonalidades.
  • Hibiscus schizopetalus. Hibisco colar, araña, japonés o canastita. Tiene muchos nombres comunes, y es muy habitual verlo en parques, terrazas y jardines. Se trata de un arbusto que se puede cultivar en jardines tropicales y subtropicales. Eso sí, hay que protegerla de algunas plagas como las cochinillas, pulgones, mosca blanca y ácaros.
  • Hibiscus mutabilis. También conocida como rosa de mayo, malva rosa de Cuba, o rosa de algodón. Es una planta con flor que puede cambiar sus pétalos de color a lo largo del día. Puede comenzar de color blanco en la mañana, mediodía en rosado y por la tarde en rojo.
  • Hibiscus acetosella. Es conocido como hibisco marrón por el color de sus pétalos. Es originario de África Central y del Este. Es resistente a plagas y enfermedades.
  • Hibiscus coccineus. Es también conocida como hibisco escarlata. Es una flor muy parecida al hibisco original y se puede encontrar en el exterior, e incluso en zonas pantanosas.

Cuidados del hibisco

Los hibiscos son plantas de exterior que ayudan a dar vida y color a las terrazas y jardines. Sin embargo, para que la zona al aire libre pueda brillar hay que incidir en el cuidado de estas plantas. ¡Toma nota!

  • Luz: el hibisco necesita una buena dosis de luz durante todo el día. Eso sí, no puede estar en zonas con luz directa, ya que las flores se pueden quemar. Si no puedes cambiar de zona a las plantas en el exterior, por lo menos que solo reciban el sol de la mañana, que es menos intenso.
  • Temperatura: el hibisco es una planta que se adapta mejor a las temperaturas templadas, e incluso frías. Suele crecer bien entre los 13 y 21 grados. Incluso si decides poner esta planta en el interior en maceta, es mejor que esté situada en una zona más bien fría. En el caso de que el hibisco esté expuesto a más grados, es mejor plantarlo en zonas de sombra y resguardada del sol. También hay que proteger esta planta de las heladas.
  • Riego: el hibisco es una planta poco exigente, a excepción de los meses de calor. Lo ideal es mantener el sustrato siempre húmedo, pero sin encharcamientos. Y cuando suban las temperaturas, o se produzca alguna ola de calor es preferible ir pulverizando la planta y así refrescarla.
  • Abono: uno de los cuidados más importantes de todas las plantas para que florezca bien es el abono. El hibisco comienza la floración en primavera, por lo que a partir de este momento debemos incorporar un abono específico cada 15 días.

¿Cómo se poda un hibisco?

La poda del hibisco es muy fácil. Lo más recomendado es hacerlo al comienzo de la primavera y siempre evitando las heladas. Hay que retirar los brotes del año anterior, eliminar las ramas en mal estado y dejar espacio para las nuevas. Es una limpieza sencilla, pero muy necesaria para que la planta crezca y florezca correctamente.

Problemas comunes de los hibiscos

Como te decíamos las plagas son uno de los problemas que pueden llegar a tener los hibiscos, pero no son los únicos. Otro de los factores que debilitan esta planta es el exceso de riego. Por este motivo, cuando hay demasiada agua en el hibisco, comienzan a ponerse las hojas de color amarillo. De este modo, es bueno que siempre comprobemos el drenaje.

Además de las hojas, si las flores se cae y no se llegan a abrir, también puede ser un motivo para preocuparnos. Esto quiere decir que la planta está expuesta a un clima extremo, ya sea frío o calor, y no puede florece adecuadamente. ¿La solución? Cambiar el hibisco a una zona que reúna las condiciones climatológicas adecuadas para su crecimiento.

Plagas

Las plagas afectan a muchas plantas y también a los hibiscos. Los más comunes son el pulgón, la cochinilla y la araña roja. Cuando el clima es muy seco, también puede darse la presencia de la mosca blanca. Para eliminar las plagas hay que usar insecticidas adecuados a este tipo de plantas.

¿Qué propiedades tiene el hibisco?

El hibisco es una planta medicinal con muchas propiedades. Calma la digestión, la acidez estomacal y es recomendado en ocasiones para el estreñimiento puntual. También ayuda a calmar los conductos respiratorios, las irritaciones de garganta y los resfriados comunes.

También se utiliza el hibisco para combatir el insomnio y relajarse en momentos de tensión y preocupación.

Infusión con pétalos de hibisco
Pexels

¿Cómo se toma el hibisco?

El hibisco se suele tomar a través de infusiones, tanto calientes como frías e incluso a veces se añade a cócteles. Cuenta con un color rojo y tiene un sabor algo amargo, por lo que se suele combinar con otros ingredientes algo más dulces. También se emplea en cocina el hibisco para preparar salsas, vinagretas, ensaladas y guisos. Hay que tener cuidado con el hibisco, ya que no se recomienda tomar durante el embarazo o la lactancia. Ante la duda, siempre es mejor consultar con un profesional médico especializado.

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