Con la llegada del buen tiempo y las altas temperaturas, debemos prestar aún más atención al riego de nuestras plantas de exteriory de interior, para así conseguir que no nos abandonen durante la época de verano. Sin embargo, que se realice con cierta frecuencia no quiere decir que se haga correctamente.
Si tienes tus dudas en si lo estás haciendo bien o no... ¡Estás en el lugar correcto! Hoy te contamos los errores más comunes y las soluciones que puedes tomar para conseguir que tus plantas desprendan luz y alegría. ¡Mira, mira!
7 errores comunes en el cuidado de las plantas
Como decíamos, no todo está en la cantidad de agua que les des a tus plantas, sino en la calidad, pues cada especie de plantas requiere de unos cuidados concretos que no podemos dejar pasar por alto si queremos ayudar en su buen desarrollo. A continuación te contamos los 7 errores que todos hemos cometido en algún momento:
1. Creer que todas las plantas son iguales
Es uno de los errores más habituales y que a más de uno seguro que le habrá pasado. Y es que cada planta es un mundo y tiene unas necesidades específicas de luz, temperatura, humedad ambiental y agua. No es lo mismo el cuidado que puede requerir una hortensia o el que podría necesitar un cactus, que necesita poca agua.
2. Regar todas las plantas con la misma frecuencia
Como decíamos, cada especie cultivada requiere de un tipo de cuidados diferentes y, por la tanto, la asiduidad con la que se riega dependerá de cada tipo de planta. Hay criterios que se deben tener en cuenta como conocer los meses más cálidos o los meses de floración de tu planta para saber qué necesitan y en qué momento lo necesitan.
3. Regar con abundante agua
Este es otro de los errores más comunes, sobre todo en épocas de calor y de muchas horas de sol. Y es que regar demasiado te puede jugar una mala pasada, pues muchas plantas mueren por exceso de agua también. ¡Toma nota de esto! El riego en exceso puede conllevar que las raíces de la planta no puedan respirar y la saturación de humedad para derivar en la aparición de enfermedades fúngicas.
4. Descuidarte de regar las plantas
Seguramente estés pensando: ¡es evidente! Pero en más de una ocasión nos puede pasar si nuestro riego no es automático y, por tanto, tenemos que hacer el esfuerzo de acordarnos. Para evitar que se te olvide, puedes fijarte una rutina los fines de semana a primera hora, por ejemplo, o ponerte una alarma en el móvil. ¡Tus plantas lo agradecerán!
5. No utilizar el sustrato indicado para cada especie
No solo es importante conocer con qué frecuencia debemos regar nuestras plantas, sino que también es importante utilizar el sustrato indicado para especie. Truco: si quieres evitar la acumulación de agua por drenaje inapropiado, te recomendamos que hagas agujeros en las macetas antes de plantar y uses siempre el sustrato específico para tu planta.
6. Utilizar un tamaño de la maceta muy pequeño
Otro de los problemas que puede dificultar el buen desarrollo de tu planta es introducirla en una maceta demasiado pequeña. ¿Qué tiene que ver? La cuestión es que si la maceta es pequeña y las raíces crecen demasiado, tu planta no tendrá el espacio necesario para respirar.
7. Muy poca luz
Si bien existen plantas que no requieren de mucha luz para vivir; hay otras que, por lo contrario, tienden a amarillear avisándonos que se marchitan, si no reciben la suficiente luz para prosperar. Si prefieres no exponerla en un lugar donde toque demasiado el sol, busca un sitio donde le dé el sol de forma indirecta.
¿Cuál es el modo correcto de regar las plantas?
E aquí el quid de la cuestión. Si quieres mantener tus plantas esplendorosas como el primer día, ¡echa un vistazo a las siguientes recomendaciones!
- Riega preferiblemente por la mañana a primera hora del día. Es el mejor momento para hacerlo:el aire todavía es relativamente frío, no se ha evaporado demasiada agua y, por tanto, las plantas tienen tiempo para absorber la humedad.
- Evita humedecer las hojas en según qué especies. Siempre que puedas, riega directamente cerca del suelo, de esta forma el agua llegará directamente a las raíces.
- Riega tus plantas aromáticas con medida. Este tipo de plantas pueden vivir con poca agua, por lo que antes de caer en el exceso de riego, mira qué necesidades tienen.
- Elimina las malas hierbas para contribuir en el buen desarrollo de tu planta.
- Asegúrate de que el agua de riego no está muy caliente o muy fría, si puede ser agua tibia mejor.
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