En 2016, los científicos estimaban que el 21% de plantas vasculares se encontraban en peligro de extinción. Actualmente, cuatro de cada diez plantas del mundo están en peligro de extinción.
La Unión para la Conservación de la Naturaleza actualiza anualmente su lista roja de todas las especies que se encuentran amenazadas. En el caso de las plantas, el declive de la biodiversidad y la creciente demanda desmesurada de ciertas especies son las causas primordiales de la rápida deterioración de la naturaleza.
Al igual que los seres humanos, las plantas no solo comparten la vida en nuestro planeta, sino que desempeñan un papel crucial en el equilibrio de la Tierra, siendo esenciales para nuestra supervivencia y para el de la mayoría de los ecosistemas.
Plantas en peligro de extinción
1. Drago
Drago de Gran Canaria o Dracaena draco es una especie de planta perenne de la familia Asparagaceae originario del noroeste de África. Aunque existen más de 150 especies dentro del género Dracaena esta planta se encuentra amenazada. Actualmente, dentro de España, únicamente existen dragos silvestres en Tenerife y Gran Canaria, aunque se pueden encontrar cultivados en otras regiones. Este árbol se ha convertido en un símbolo de la isla de Tenerife, representando un gran valor cultural.
2. Trepadora de jade
Originaria de los bosques de Filipinas, la enredadera de jade es una planta trepadora muy peculiar. Uno de sus grandes atractivos son sus flores de color turquesa que crecen en racimos colgantes y pueden llegar a mediar hasta 90 centímetros de largo. A pesar de ser una planta de crecimiento rápido, en su hábitat nativo en Sudáfrica, algunas poblaciones están amenazadas por la recolección ilegal y la pérdida de hábitat.
3. Árbol de Coral
También conocido como ceibo, ��rbol de kaffir y, científicamente, como Erythrina lysistemon, este árbol pertenece a la familia Fabaceae. El árbol de coral puede llegar a alcanzar una altura de 9 a 12 metros y como su nombre indica, produce flores de color coral, atrayendo a numerosos insectos. La mayoría se encuentran en jardines, pero lo cierto es que se encuentran amenazadas en su hábitat de desarrollo.
4. Orquídea Zueco o Zapatito de dama
Perteneciente a la popular familia de las Orquídeas, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha denominado a la Cypripedium calceolus como una especie amenazada. Se trata de una especie que suele crecer en bosques húmedos y su característica más distintiva es su flor en forma de zapato.
5. Peyote
Esta planta suculenta desconocida enfrenta actualmente amenazas relacionadas con la sobreexplotación y la degradación de su hábitat natural. Perteneciente al género Lophophora que crece en regiones áridas y desérticas de América del Norte, la recolección excesiva de este cactus para satisfacer la creciente demanda ha resultado una disminución preocupante de las poblaciones naturales de Peyote.
6. Flor cadáver
Se trata de uno de los fenómenos florales más extraños del mundo, una planta tuberosa también como “la flor más apestosa del mundo”. Precisamente, su característica más distintiva es su olor peculiar que según los científicos se asemeja al de carne en descomposición, que hace imposible pertenecer durante un período largo cerca de esta flor. En la actualidad, la especie se encuentra en peligro de extinción por la deforestación excesiva en Sumatra, su hábitat natural.
7. Orquídea fantasma
Una de las orquídeas más singulares es la orquídea fantasma, una extraña y atractiva flor que únicamente crece en Cuba y en los bosques de Florida. En un artículo publicado en la revista National Geographic se afirma que los cambios de tierras y la urbanización limitan el flujo de agua en los hábitats donde se desarrollan de forma natural, dificultando cada vez más su crecimiento.
8. Orquídea subterránea del oeste
¿Sabías que esta especie vive bajo tierra? Así es, como su propio nombre indica, la rizhanthella gardeni es una especie muy poco común que mantiene sus flores bajo tierra a lo largo de toda su existencia. Su crítica situación deriva principalmente de la constante devastación de su hábitat natural en Australia.