Calendario de podas: 7 plantas que NO debes podar en otoño/invierno

Los geranios son plantas perennes que se caracterizan por su resistencia, facilidad de cuidado y sus flores en vibrantes tonalidades que van desde tonos rojos y rosados hasta blancos y morados. Son ideales para macetas, jardines y balcones, ya que alcanzan alturas de entre 30 y 90 cm y florecen durante la primavera y el verano.

Los geranios no deben podarse durante la temporada invernal porque quedarían expuestos a las bajas temperaturas y estas debilitarían la planta. Lo mejor es podarlos cuando las temperaturas empiecen a subir.

El helecho de Navidad no es exigente con las condiciones durante el otoño y, por lo general, no necesita recortes. Además, lo mejor de este helecho es que permanece verde y fresco durante todo el invierno, por lo que no tendrás que preocuparte de que sus hojas se sequen o pierdan color.

Las hortensias de hoja de roble son una variedad de hortensia que se caracteriza por sus grandes hojas lobuladas que recuerdan a las del roble y por sus espectaculares flores en forma de panícula, que cambian de color según la madurez, pasando de blanco a tonos rosados o púrpuras.

Este de tipo de hortensia no debe podarse en los próximos meses ya que florecen en madera vieja, es decir, sus brotes darán flores en primavera y verano y, si las podamos demasiado pronto, podrían no florecer cuando les corresponde por naturaleza.

El ojo de poeta es una planta perenne que destaca por sus llamativas flores amarillas con  centro oscuro, características que le dan su peculiar nombre ya que le dan cierta apariencia a unos ojos. Esta planta florece principalmente en verano y principios de la temporada otoñal y no es aconsejable podar ni en otoño ni en invierno por razones ecológicas: las cabezas secas de sus flores producen semillas que sirven como alimento esencial para aves como los gorriones y pinzones durante los meses invernales.

Además, sus tallos y flores marchitas protegen la base de la planta y sus raíces de las bajas temperaturas y la acumulación de nieve. Al dejar las flores en su lugar, también se fomenta la auto-siembra, favoreciendo el crecimiento de nuevas plantas en primavera. En su lugar, el mejor momento para podar los ojos de poeta es a finales de invierno o principios de la primavera, justo antes de su época de crecimiento.
 

Los crisantemos gustan mucho en el mundo de la jardinería por su amplia variedad de colores y formas. Son plantas que pueden ser perennes o anuales y no es recomendable podarlas en otoño o en invierno porque sus tallos secos actúan como aislante natural protegiendo las raíces del frío. Además, la poda temprana también podría ser contraproducente porque podríamos eliminar, sin querer, yemas en floración.

Si quieres podar tus crisantemos, es mejor que lo hagas a finales de invierno o de la primavera, justo el momento en el que la planta retoma su periodo de actividad y, de esta forma, la ayudarías a promover un crecimiento abundante.

Aunque los helechos pierdan algo de color durante los meses más fríos, es mejor no tocarlos hasta que veas nuevos brotes a finales del invierno o principios de la primavera. Incluso si pierden algo de color, seguirán aportando textura y profundidad a tu jardín durante la temporada otoño/invierno.

Los girasoles son plantas herbáceas anuales conocidas por sus grandes flores amarillas que siguen el movimiento del sol durante su crecimiento. Captan todas las miradas con sus tallos altos y gruesos, sus hojas grandes en forma de corazón y sus flores en tonos dorados. 

Es aconsejable no podar los girasoles durante el invierno ya que sus flores centrales producen semillas comestibles y ricas en nutrientes que, además de ser de consumo humano, también sirven de alimento para aves y otros animales durante los meses fríos.