Es una de las plantas más singulares de Canarias. Cuenta con forma de pájaro y por eso, muchos la conocen como Ave del Paraíso. Hablamos de la strelitzia reginae, una planta con una flor espectacular en tonos anaranjados, azules y morados. Es una planta que tiene una presencia única y que puedes añadir en casa con estos cuidados básicos.
Características de la planta ave del paraíso
La planta Ave del Paraíso, conocida científicamente como strelitzia reginae, es una planta de exterior muy popular por sus espectaculares flores. Es originaria de Sudáfrica, y una de las plantas más comunes de Canarias. Aunque, sin duda, se ha convertido en una planta usual en jardines de climas cálidos en todo el mundo.
Las flores son lo más distintivo de la planta ave del paraíso. Son grandes, con colores brillantes, principalmente naranja y azul, y tienen una forma que recuerda a la cabeza de un ave exótica, de ahí su nombre.
Cuidados de la planta ave del paraíso
Esta planta es conocida por sus hojas grandes de impresionante belleza y sus llamativas flores que se asemejan a un ave exótica. Para mantenerla saludable y floreciendo, es importante proporcionarle los cuidados adecuados.
Riego
Riega regularmente durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), manteniendo el suelo uniformemente húmedo pero no empapado. En invierno, reduce el riego, permitiendo que la tierra se seque un poco más entre riegos.
Dónde ponerlo en casa
Requiere mucha luz natural para prosperar y, en particular, para florecer. Ubícala cerca de una ventana que reciba luz solar directa o muy brillante durante varias horas al día. Las ventanas orientadas al sur o al oeste son generalmente las mejores en el hemisferio norte.
Dado que es una planta que puede crecer bastante grande, asegúrate de colocarla en un área donde tenga espacio para expandirse, tanto en altura como en anchura. Evita rincones estrechos o lugares donde sus hojas puedan ser dañadas por el roce constante con personas o muebles.
Si vives en una región con veranos cálidos, puedes sacar la planta al balcón o al patio en los meses más cálidos, siempre que no esté expuesta a temperaturas extremas o al sol directo durante todo el día.
Sol o sombra
Prefiere mucha luz natural. Si se cultiva en interiores, colócala cerca de una ventana donde pueda recibir luz solar directa o al menos luz brillante durante varias horas al día. Si la luz es demasiado baja, es posible que no florezca adecuadamente
Abono
Utiliza un suelo bien drenante. Un sustrato para macetas a base de turba es una buena opción. Trasplanta cada dos o tres años para refrescar el suelo y darle más espacio para crecer. Durante la temporada de crecimiento, fertiliza cada dos semanas con un fertilizante equilibrado. Reduce la fertilización en otoño e invierno.
Temperatura
Prefiere temperaturas cálidas. Mantén la planta en un rango de 18 a 24 grados. Protege la planta de corrientes de aire frío y evita exponerla a temperaturas por debajo de los 10 grados.
Cómo es la flor y todo lo que debes saber sobre ella
Las flores de esta planta son grandes y vistosas, con colores brillantes y una forma distintiva. Tienen tres pétalos naranjas brillantes y tres sépalos azules, que emergen de una estructura vertical similar a un pico, lo que les da la apariencia de la cabeza de un ave exótica.
La planta comienza a florecer cuando ha alcanzado cierta madurez, que puede ser de varios años después de su plantación. Una vez que empieza, la floración ocurre generalmente en los meses más cálidos, aunque en interiores y en climas templados puede florecer en cualquier época del año. Las flores son duraderas, tanto en la planta como en arreglos florales cortados. Cada flor individual puede durar hasta dos semanas en la planta y una semana o más como flor cortada.
Consejos para mantener en buen estado la planta ave del paraíso
Esta planta prefiere la luz brillante e indirecta. La luz directa del sol puede ser beneficiosa, pero evita la exposición prolongada durante las horas más calurosas del día para prevenir quemaduras en las hojas. Otro aspecto importante es ser constante con los riegos. Riega la planta regularmente, manteniendo el suelo uniformemente húmedo pero no empapado.
Enfermedades comunes de la planta ave del paraíso
La planta Ave del Paraíso es relativamente resistente y no es propensa a muchas enfermedades, pero como cualquier planta, puede enfrentar algunos problemas si no se cuida adecuadamente.
- Manchas en las hojas: Las manchas marrones o quemaduras en las hojas pueden ser causadas por la exposición directa al sol. Si es así, mueve la planta a un lugar con luz indirecta.
- Plagas: La planta puede ser susceptible a plagas como cochinillas, pulgones y ácaros. Estas plagas pueden tratarse con un insecticida apropiado o remedios caseros como el jabón insecticida.
- Falta de floración: Aunque no es una enfermedad, la falta de floración puede ser una preocupación. Esto puede deberse a la falta de luz, una maceta demasiado grande, o la ausencia de un período de descanso con temperaturas más frescas.
- Hojas rotas o dañadas: Esto puede ocurrir por daño físico o por condiciones de viento. Aunque no es una enfermedad, puede afectar la apariencia de la planta. Poda cuidadosamente las hojas dañadas para mejorar la estética.
- Óxido: Una enfermedad fúngica menos común que puede aparecer como manchas en las hojas. Requiere tratamiento con fungicidas y mejorar las condiciones de cultivo para prevenir su reaparición.
Beneficios de tener en casa la planta ave del paraíso
Con sus hojas grandes y verdes y sus flores espectaculares, esta planta es muy decorativa que puede añadir un toque de elegancia y exotismo a cualquier espacio. También es una planta que puede ayudar a absorber y difuminar los sonidos, mejorando así la acústica de una habitación.
Cuánto tarda en crecer la planta ave del paraíso
El Ave del Paraíso tiene una tasa de crecimiento moderada. En condiciones ideales, puede crecer bastante rápido, pero normalmente no es una planta de rápido crecimiento. Puede alcanzar la madurez completa y comenzar a florecer generalmente de 3 a 5 años desde la siembra. Las plantas cultivadas a partir de semillas pueden tardar aún más tiempo en florecer, a veces hasta 10 años.
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