Cada vez hay más plantas aromáticas en casa. No solo sirven para dar un toque de aroma a la cocina, sino que también se encargan de aderezar nuestros platos preferidos. Uno de ellos es la menta. Es una de las plantas aromáticas más conocidas. Si quieres añadir alguna en casa, te enseñamos algunos de sus cuidados básicos para que te dure más tiempo. ¿Te quedas a descubrirlo?
Características de la menta
Descripción
La menta es una planta herbácea perenne de la familia Lamiaceae, conocida por su aroma fresco y penetrante. Sus hojas son de color verde brillante, con una textura rugosa y bordes dentados. La planta puede crecer hasta 60 centímetros de altura y produce pequeñas flores, generalmente de color púrpura o blanco. La menta es ampliamente utilizada tanto en la cocina como en la medicina herbal debido a sus propiedades refrescantes y digestivas.
Variedades
Existen varias especies y variedades de menta, cada una con características y sabores únicos:
- Mentha spicata. También conocida como hierbabuena, es una de las variedades más comunes. Tiene un sabor suave y es ideal para bebidas y postres.
- Mentha piperita. Con un sabor más fuerte y refrescante, es la variedad más utilizada en productos de menta, como chicles y pastas de dientes.
- Mentha suaveolens. Con un sabor suave y un toque frutal, esta variedad es apreciada por su aroma dulce.
- Mentha aquatica. Crece en ambientes húmedos y tiene un sabor más suave y menos mentolado.
¿Cómo se cuida la menta?
Riego adecuado
La menta necesita un riego regular para mantenerse húmeda, pero no encharcada. Se recomienda regar de manera uniforme cuando la superficie del suelo esté seca. Mantén el suelo constantemente húmedo, pero evita el exceso de agua que pueda provocar pudrición de raíces.
Luz y ubicación ideal
La menta es una planta aromática que prefiere la luz solar indirecta o sombra parcial. Aunque puede tolerar el pleno sol, es ideal proporcionarle algunas horas de sombra para evitar el estrés por calor y mantener su frescura.
Suelo y maceta adecuados
Si se cultiva en maceta, elige una con buen drenaje para evitar el encharcamiento. La menta puede ser bastante invasiva, por lo que es común cultivarla en macetas para controlar su crecimiento.
¿Dónde plantar menta sol o sombra?
La menta se desarrolla mejor en sombra parcial. Puede tolerar el pleno sol si se le proporciona suficiente agua, pero una exposición excesiva puede marchitar sus hojas. En climas muy calurosos, es preferible darle sombra parcial para protegerla del sol intenso.
Cómo plantar menta
Preparación del suelo
Añade al suelo algo de compost o materia orgánica para mejorar la retención de humedad y la fertilidad.
Espaciado y colocación de las plantas
Si se planta en el suelo, deja al menos 30-45 centímetros entre cada planta para permitir un crecimiento adecuado.
Técnica de plantación adecuada
Planta los esquejes o plantas jóvenes de menta a una profundidad de aproximadamente 5 centímetros, cubriendo las raíces y compactando ligeramente el suelo alrededor de la base. Riega inmediatamente después de plantar para asentar el suelo y comenzar a establecer las raíces.
Riego
Frecuencia de riego
Riega la menta regularmente para mantener el suelo húmedo, especialmente durante los meses cálidos.
Cantidad de agua por riego
Mantén una humedad constante, evitando tanto el exceso de agua como la sequedad prolongada.
Enfermedades más comunes de la menta
La menta es una planta muy versátil, pero es cierto que puede caer en algunas enfermedades y plagas. Estas son algunas de las más habituales:
- Moho polvoriento: Caracterizado por una capa blanca en las hojas, puede controlarse con una buena circulación de aire y evitando el riego excesivo.
- Roya: Manchas naranjas o marrones en la parte inferior de las hojas, se puede tratar con fungicidas adecuados.
- Pudrición de raíces: Causada por el encharcamiento, puede prevenirse con un buen drenaje.