7 flores que puedes plantar en invierno y que llenarán tu casa de color

Las prímulas (Primula spp.) son plantas perennes muy llamativas gracias a la variedad de colores de sus flores que van del amarillo al burdeos, pasando por lavanda, blanco, rosa o azul púrpura. Son ideales para jardines en invierno y primavera ya que aportan un toque de color incluso en los meses más fríos.

En climas fríos, se recomienda plantarlas directamente en el suelo para proteger sus raíces del hielo. Además, prefieren suelos ricos en materia orgánica y bien drenados, con exposición a sombra parcial o sombra completa.

Asomando entre la nieve, los crocus son una de las primeras flores en aparecer en climas fríos, anunciando que el invierno se acaba pronto. Estas plantas de floración temprana son ideales para crear un manto floral en el césped durante febrero o marzo, ya que se multiplican con facilidad si se plantan en un lugar adecuado. 

Los crocus son plantas bulbosas que aportan color y vida gracias a sus delicadas flores en tonos como violeta, amarillo, blanco y lila. Se desarrollan mejor en suelos bien drenados y lugares con buena exposición al sol, aunque también toleran sombra ligera.

El dafne es un arbusto vertical y de hoja caduca que produce racimos de flores en llamativos colores y con una fragancia muy dulce y penetrante. Hay muchas variedades de arbustos de dafne, siendo el dafne de invierno (Daphne odora) el que destaca por tener una fragancia más intensa.

El dafne de invierno puede alcanzar hasta 1,2 metros de altura y se caracteriza por sus hojas estrechas, brillantes y de aspecto ceroso. Sus llamativas flores, que pueden ser de color rosa, lavanda o blanco, aparecen a mediados o finales del invierno, antes de que emerjan las hojas.

La grevillea, también conocida como "planta araña", destaca por tener un largo periodo de floración que puede extenderse hasta nueve meses al año, incluyendo los meses de invierno. Sus flores tubulares crecen en racimos y varían en colores que van desde el blanco hasta el rojo, amarillo y naranja. 

Es una planta muy valorada en jardinería tanto por la belleza exótica de sus flores como por su capacidad para atraer polinizadores como abejas, mariposas y aves nectarívoras. Además, resiste muy bien la sequía y requiere un mantenimiento mínimo. 

Si vives en un clima con inviernos suaves y buscas una planta que florezca casi todo el año, incluida la temporada invernal, la buganvilla (Bougainvillea spp.) es una trepadora ideal tanto para el jardín como para macetas.

Para cultivar una buganvilla en maceta, lo más recomendable es optar por una variedad arbustiva y de tamaño más compacto. Su paleta de colores incluye tonos vibrantes como naranja, rosa, púrpura, blanco y amarillo dorado. 

Con sus flores similares a las rosas, los eléboros, o rosas de Navidad, son una de las plantas más llamativas y duraderas que florecen en invierno. Esta planta emerge del suelo a finales del invierno o principios de la primavera, incluso cuando el terreno aún está helado. 

Sus flores están disponibles en muchos colores como blanco, verde, rosa, púrpura e, incluso, las hay también bicolores. Hay que tener en cuenta que, aunque la rosa de Navidad tolera heladas, sus raíces deben estar protegidas del exceso de agua, que puede pudrirlas.

En zonas donde los inviernos no tienen una climatología muy extrema, las camelias, con sus grandes y exuberantes flores, son otro ejemplo perfecto de plantas que florecen durante la temporada invernal.

El periodo de floración de estos arbustos depende del cultivar, pero la mayoría de las variedades de una de las especies más populares, la Camellia japonica, florecen durante varias semanas entre finales de diciembre y marzo.