Cuando el calor del verano empieza a irse poco a poco y los rayos del sol pasan menos horas iluminando nuestros días, quiere decir que la temporada otoñal está a punto de llegar. Y es en esta época del año cuando muchas plantas necesitan ser podadas en cuanto termina el verano, pero, ¿sabías que hay otras muchas que no debes podar en otoño porque podrían debilitarse? Y sí, muchas de ellas son especies de plantas muy comunes en los hogares.

Para que no te líes y metas las tijeras donde no debes, te hemos preparado la siguiente lista con 5 plantas que no se podan en otoño. Los expertos coinciden en que estas especies no deben podarse "bajo ninguna circunstancia" durante esta estación y te contamos por qué.

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1.

Geranios

Geranios

Geranios

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Los geranios también son plantas que destacan por los colores vibrantes de sus flores y por su gran capacidad de florecer durante todo el año. Pero aunque necesiten de una poda adecuada para mantenerse saludables y promover una floración continua, esta debe realizarse a finales de la temporada invernal o al comienzo de la primavera.

Lo bueno es que los geranios, al ser plantas perennes de bajo crecimiento, no es necesario tocar sus flores con tanta frecuencia, ni mucho menos en otoño.

2.

Susana de ojos negros

Susana de ojos negros

Susana de ojos negros

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La Thunbergia alata, conocida como susana de ojos negros, es una planta trepadora tropical originaria de África Oriental. Se caracteriza por sus flores de color naranja brillante, amarillo o blanco, con un centro oscuro distintivo, similar a un ojo negro (de ahí su nombre popular).

Además, es una planta perenne que ayuda a pájaros como los jilgueros y los gorriones a encontrar comida para el invierno. Su poda se debe realizar a finales del invierno o principios de la primavera.

3.

Crisantemo

Crisantemo

Crisantemo

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Los crisantemos vienen de Asia y son plantas perennes con flores disponibles en muchísimos colores diferentes (blanco, amarillo, rojo, púrpura, etc.). Pero lo mejor de sus flores no son sus colores, sino sus formas ya que pueden ser flores simples, dobles o como pompones.

Además, tener crisantemos en el jardín es muy beneficioso ya que repelen plagas como pulgones y ácaros. Para poderlos, nada de hacerlo en otoño: lo mejor es a finales del invierno o principios de la primavera.

4.

Helecho

Helecho

Helecho

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Los helechos son plantas perennes que cautivan por la belleza de su exuberante follaje verde y su capacidad para prosperar en condiciones de sombra o sombra parcial. Tienen la particularidad de que sus hojas están divididas en segmentos finos que crean una apariencia delicada y aireada.

Aunque los helechos pueden perder mucho de su color durante los meses más fríos del invierno, es mejor no tocarlos hasta que veas más brotes apareciendo a finales de febrero o principios de marzo. Y no te preocupes porque, aún perdiendo color, seguirán aportando textura y profundidad a tu jardín de otoño.

5.

Girasol

Girasol

Girasol

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Los girasoles son unas plantas muy fáciles de reconocer gracias a sus grandes flores amarillas y sus cabezas que siguen la trayectoria del sol. Lo bueno de los girasoles es que, cuando llega el otoño, casi que podemos olvidarnos de ellos porque no necesitan muchos cuidados.

En cuanto a su poda, los jardineros recomiendan llevarla a cabo a mediados del mes de junio.