Las alfombras de fibras naturales son decorativas, acogedoras, cálidas y ayudan a regular la humedad ambiental. Son perfectas para decorar tu hogar durante todo el año, aunque bien es cierto que, en verano, consiguen aún mayor protagonismo. Entre sus ventajas, destaca que son muy resistentes al uso, aunque también es cierto que requieren unos cuidados de limpieza más específicos.
Aspirarla es un básico, pero también debes limpiarla más profundamente de vez en cuando. Ten en cuenta que cada fibra natural es distinta y que, aunque todas aportan la misma calidez y sensación de acogimiento, cada una tiene unas características determinadas. Mientras que las de coco son más resistentes al uso –al igual que las que van tejidas a máquina–, las de algas marinas lo son a la humedad. Asimismo, cuanto más compacta sea la fibra, su resistencia también será mayor. Te damos los mejores trucos de limpieza para dejarlas como nuevas.