Quizás NO te conviene abrir la cocina al salón: estos son los 5 motivos explicados por una decoradora

"A la hora de tomar la decisión tanto en un piso de constructora nuevo como en una reforma de abrir la cocina al salón o delimitarla, hay que analizar si conviene la disposición a la familia que vivirá en la vivienda", señala la decoradora Alejandra Muñoz Duarte. Así que con ella, vemos los motivos por los que quizá no te conviene integrar cocina, salón y comedor. "Influyen aspectos que quizá no te hayas parado a analizar", añade.

Una cocina abierta al salón, integrada, forma parte del espacio. El salón y el comedor son estancias en las que se está, uno se relaja al final del día, se comparten momentos y actividades con la familia y amigos… Tiene que ser agradable. "Si no te ves capaz de mantener en orden a diario la cocina, entonces no optes por una cocina abierta", indica la decoradora Alejandra Muñoz Duarte. Sobre todo en lo que a limpieza se refiere. Porque quedará siempre expuesta. Aunque, ella misma nos da algunos trucos para los desordenados que sí o sí quieren una cocina abierta.

"Nadie va a evitar que si no eres de mantener la cocina en perfecto estado, ese desorden se sienta desde el salón, pero para intentar controlarlo, lo ideal es que el diseño de la cocina cuente con muchos muebles cerrados, de puertas ciegas. Olvídate de estantes o baldas. Crea muebles en bloque, altos, bajos y en columna. Y opta por el espacio justo de encimera con una máxima en tu cabeza: no llenar la encimera de trastos", nos explica la experta.

"El diseño de una cocina integrada en la zona de día es ideal para personas que no cocinan demasiado ni con frecuencia". Saber qué cocinas y cuántas veces a la semana también te ayuda a tomar la decisión sobre la apertura de la cocina. Si acostumbras a realizar elaboraciones a la plancha, evita la cocina abierta. "Olores y grasa, por mucho que tengas una buena campana, estarán presentes en el espacio y se distribuyen al salón, donde hay tejidos y tapicerías que tienden a impregnarse de los olores". Si te importa cómo huele y a qué huele, una cocina abierta no es para ti. Cocinar a la plancha carne y pescado genera olores. No es lo mismo que cocinar puntualmente, preparar más ensaladas que otra cosa o tirar de comida ya elaborada.

En pisos pequeños y apartamentos, abrir la cocina hace que la sensación sea de más espacio. "Para multiplicar los metros en una cocina pequeña o alargada, derribar tabiques e integrar espacios hace que todo parezca más amplio. Así que conviene estudiar distribuciones y metros. Pero si no tienes una casa pequeña, no hay problemas de espacio, no te sumes porque sí a la tendencia de abrir la cocina", asesora la decoradora.

Es el cuarto motivo que señala Alejandra Muñoz Duarte como profesional del sector. "Cuando una cocina se integra en el resto de la zona social, se gana luminosidad, ya que en muchos casos las cocinas son interiores y no cuentan con ventana. De manera que abrir espacios favorece que la luz circule y se comparta. Tener una cocina luminosa con ventana te invita a decir NO a la cocina abierta con total tranquilidad", añade.

Así de contundente se muestra la decoradora consultada. Porque abrir una cocina al salón se presta a crear una unidad estética. Así que el mobiliario de la cocina y del resto de la estancia debe tener una continuidad. Y si eres de los que no está dispuesto, que prefiere apostar por un mobiliario de cocina más llamativo o diferente, mejor crea espacios independientes.

"Yo acostumbro mucho a cocinar, por lo que aunque me encantan las cocinas abiertas, no optaría por una en mi casa habitual. Ahora bien, también es cierto que en una segunda residencia, me permitiría más la licencia". Con este comentario, la decoradora nos invita también a pensar en el tipo de residencia para la que estamos planificando la reforma. Porque puede influir en la decisión.

Y para terminar la entrevista, Alejandra Muñoz Duarte nos recuerda que los cerramientos acristalados, sean del tipo que sea -de suelo a techo, fijos, media altura, con puertas…-, favorecen la conexión sin llegar a disponer de una cocina totalmente abierta. Se gana fluidez, luminosidad y sensación de espacio con la posibilidad de cerrar la cocina y evitar ruidos y olores. Son una buena opción.