En verano el aire acondicionado se convierte en uno de nuestros mejores amigos. Pero es un amigo que suele salir caro, ya que supone un gasto extra en la factura de la luz. No podemos evitar que exista ese desembolso, pero sí que podemos darte algunas pautas que sea menor. ¡Todo lo que sea ahorro en casa nos importa! Estos son los errores que podrías estar cometiendo y que hacen que gastes de más al usar el aire acondicionado:
1. Bajar demasiado la temperatura
Por norma, cuanto más frío lo pongas, más gastará. Algo que realmente no es necesario porque con menos contraste de temperaturas y dejando un poco más de tiempo al aparato conseguirás una temperatura adecuada y sin llegar a pasar frío. ¡Y será mejor para tu salud!
Según la OCU, una temperatura de entre 24 y 26º C es suficiente para combatir los efectos del calor, sin excesivos gastos de energía. Basta con seleccionar 5° C por debajo de la temperatura exterior para obtener una sensación de frescor.
2. Encender y forzar la máquina
Llegamos acalorados del exterior y no se nos ocurre otra cosa que poner el aire acondicionado a 17 grados para que la casa se enfríe lo antes posible. ¡Error! Aunque te pases el día fuera, te saldrá más barato tener el aire encendido a una temperatura alta y agradable que evitará que la casa se caliente en exceso que ponerlo a toda máquina cuando llegues. Así mantendrás el ambiente a una temperatura agradable y no tendrás que forzar el motor. Aunque si tu aparato lo permite, lo mejor es siempre programarlo.
3. No pasar un mantenimiento
Como mínimo, una vez al año, tu aire acondicionado debe pasar un mantenimiento para asegurar su correcto funcionamiento. Lo ideal es que llames un profesional antes de que empiece la temporada de más calor para que verifique tu aparato. El estado del líquido refrigerante es lo que primero mirarán, también que no haya fugas o defectos que puedan alterar su funcionamiento.
4. Olvidarte de limpiar los filtros
Cuando uses el aparato a diario deberás limpiar sus filtros una vez al mes. Para hacerlo deberás levantar la pantalla frontal, quitarlos y eliminar el polvo del interior del aparato.
A la hora de limpiar los filtros, la OCU recomienda aspirarlos o lavarlos con agua fría. Nunca con agua caliente, ya que podría encoger o deformarlos. No lo hagas con productos inflamables, como el benceno. Después de lavarlos, déjalos secar a la sombra y no los coloques de nuevo hasta que no estén secos del todo. Un truco para saber si los filtros están sucios es sacudirlos sobre un folio en blanco. Si cae polvillo, es que llegó el momento de limpiarlos.
5. Colocar cosas frente al aire acondicionado
Si tu split está colocado en una ventana, intenta que las cortinas no el vayan encima ni que las persianas tapen la salida del aire. Si el aire encuentra 'obstáculos' no enfriará como es debido y, además, funcionará más forzado para obtener la temperatura adecuada. Y lo mismo sucede con la unidad exterior.
6. Enfriar habitaciones vacías
Lo mismo que el aire no debería estar encendido cuando no estáis en casa, tampoco debería refrigerar habitaciones que están vacías. Es un gasto energético innecesario. Lo mismo que dejar el aire encendido toda la noche. Desde la OCU recomiendan que cuando te vayas a la cama uses el modo sleep o noche, que apaga automáticamente el equipo a las seis horas de funcionamiento.
7. No programar el aire
En relación con el punto anterior, debes aprovechar todas las prestaciones de tu aire acondicionado y la más interesante para reducir el consumo es la de programar. Con ella puedes encender, apagar y cambiar de temperatura de tu aparato de aire acondicionado. Lo mismo que haces en invierno con la calefacción, para no llegar a una casa fría como un témpano, lo puedes hacer con el aire acondicionado para todo lo contrario. Además, muchos aparatos puedes controlarlos de manera remota desde tu móvil u otro dispositivo, así que no tienes excusa.
8. Olvidarte de los ventiladores
Aunque tengas aire acondicionado en casa, los ventiladores siguen siendo de gran ayuda durante los meses de verano. No solo para ayudarte a repartir el aire frío por toda la casa, sino también puedes usarlos en aquellos momentos en el que no hace tanto calor y con un ventilador la temperatura en casa es más que agradable.
En la mayoría de hogares se tiende a abusar del aire acondicionado y, en ocasiones, un ventilador es más que suficiente para asegurar un confort térmico. Además de mucho más barato en cuanto a consumo.
9. No regular la entrada de calor
Pequeños gestos y hábitos pueden hacer que tu casa se 'caliente' menos y tu aire acondicionado pueda funcionar a una temperatura más elevada y, por tanto, menos forzado y con un consumo inferior. Así que es importante que no dejes puertas y ventanas abiertas y que regules la entrada de luz, sobre todo en las horas de más calor. Ten en cuenta que si tus ventanas están orientadas al oeste o suroeste, estás recibiendo más calor que luz. Por eso es importante que bajes persianas y corras cortinas en las horas de más insolación.
10. Tener un mal aislamiento
Para la OCU el aislamiento es clave para que tu aire acondicionado no consuma más de lo necesario, ya que si tu casa no está bien aislada el aire frío, literalmente se te escapa. Por eso debes comprobar que las puertas y ventanas de la habitación están cerradas mientras el aparato está funcionando y que quedan perfectamente aisladas. A veces unos sencillos burletes pueden evitar esas fugas y facilitar el enfriamiento.
11. Ubicar mal el aire acondicionado
Los aparatos de aire acondicionado siempre debe estar en un lugar alto de la habitación, mejor si están centrados para que así el aire se reparta de manera uniforme. Nunca deben estar cerca de fuentes de calor como estufas, cocina o chimenea. Es muy importante que el flujo de aire frío no se dirija hacia las personas, por eso no es recomendable colocarlos frente sofás, butacas o la cama. Y también tener en cuenta la estética.
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