La entrada, tu mejor cara
Dicen que la cara es el espejo del alma. Pues con el recibidor de tu casa pasa un poco lo mismo. No es solo lo primero que ven tus invitados cuando van de visita, sino lo que tú ves cuando sales y entras a diario. Por eso, también es normal que se vayan acumulando cosas. Desde La Academia del Orden, nos ofrecen varias recomendaciones:
- El perchero: “haz una revisión semanal del perchero para que no se acumulen en él prendas y accesorios varios unos debajo de otros”. Demasiadas chaquetas y abrigos darán sensación de desorden y harán mucho ruido visual.
- La consola: revisa todo lo que no encaje en su sitio. “Mira lo que hay en los cajones y tira todas las cosas que no necesites. Tal vez, sea buena idea hacerte con un organizador o cestas para los cajones”, recomiendan desde su web. Ordena también la superficie. Para que sea más acogedor añade un jarrón con flores o algún adorno, pero sin abusar.
- El banco: si guardáis las mochilas y calzado en un mueble en la entrada, revisa los que son de temporada y los que no. De igual modo, si están rotos, viejos o han quedado pequeños, deshazte de ellos. ¿Sabes cuál es el momento en el que hay que tirar los zapatos?
- ¿Qué hago con las llaves? Elige una cesta pequeña o una bandeja y colócala sobre la consola. Servirá para que tengas un lugar fijo en el que dejar los juegos de llaves, así como proteger el material del mueble. Otra opción es guardarlas en un organizador en alguno de los cajones.
- Tira, dona o regala: hay muchas cosas que sobran en tu recibidor, comprueba esta lista y ¡libérate! Descarta todo lo que no es útil. Tu día a día será más sencillo.
No desperdicies tu balcón
Es una ventana al exterior, así que ¡no lo conviertas en un trastero o su extensión! Lo sabes, eres un afortunado. Por eso, no tiene sentido que utilices este fantástico espacio como una zona de almacenaje. Desde La Academia del Orden explican: “A veces los mal utilizamos, acabando en él elementos que o no caben dentro de la casa o no sabemos bien qué hacer con ellos”. Hay que tener en cuenta también que, al estar al aire libre –aunque el balcón sea techado–, las cosas se acabarán estropeando con la humedad, el frío y los rayos UV.
Arcones y armarios, habitualmente de resina, se convierten en improvisados contenedores de juguetes, herramientas y hasta botes de pintura. Para devolverle su esplendor, ordénalo paso a paso:
- Revisa lo que hay en todos los armarios o arcones. Según afirman estos organizadores profesionales, “puede que haya muchas cosas que ya no necesitemos y hayamos olvidado que estaban ahí”.
- Decide qué hacer con las cosas que guardabas en el balcón. “Comprueba en qué condición están y toma una decisión sobre ellas”, matizan. Habrá cosas que puedas regalar o donar y otras que tengas que tirar. Si no sabes dónde van, acércate a un punto limpio. Allí tienen contenedores para absolutamente todo.
- Revisa cómo están los armarios y si pueden aguantar alguna temporada más y límpialos bien.
- Saca partido al espacio. Son mil las posibilidades para decorar un balcón. Pero con un banco, un conjunto plegable y una sombrilla, será suficiente para disfrutarla –al menos más que antes. No te olvides de añadir unos gustosos cojines para que el efecto sea de 10.
- Utiliza los armarios para guardar, precisamente, esos objetos que utilizas en el balcón.
El trastero, más posibilidades de las que imaginas
¿Hace cuánto que ordenaste el trastero? ¿Sabes, siquiera, lo que tienes? Para la mayoría, el trastero es ese sitio en el que almacenamos mil y una cosas. ¡Y lo peor es que no sabemos ni qué tenemos ahí! Ese es la gran desventaja de los trasteros. Al final, acabamos guardando cosas que ni sabemos que tenemos. Ropa que ya no usamos, maletas, herramientas, las cosas de acampar… “incluso pequeños electrodomésticos estropeados que guardamos, por si, en algún momento, los podemos arreglar”, añaden desde La Academia del Orden. “Al final, más que un lugar en el que almacenar cosas, lo usamos como escondite de todo eso que nos molesta tener a la vista. Cosas de las que, por algún motivo, no te quieres deshacer”, añaden. Para que sea un espacio práctico y aprovechar el almacenaje, aquí unas recomendaciones.
- Si es muy grande, no intentes ordenarlo en un solo día. Emplea al menos dos, pero no más para que no resulte tedioso y abandones a la mitad.
- Si tienes instrumentos, ropa de tejidos naturales o productos inflamables es mejor que los saques del trastero, bien porque pueden estropearse o bien porque es peligrosos. Pero hay más cosas que no deberías guardar en el trastero.
- Saca lo que tengas y valora si no usas o lo necesitas o si lo harás en el futuro. Si el ‘no’ es triple, dónalo o bien regálalo. Si está muy hecho polvo, tíralo. “Cuestiona si cada cosa que guardas, debería estar ahí”, matizan.
- Ordena las cosas en cajas. Según dicen desde IKEA, “no cogerán polvo y se mantendrán intactas hasta la temporada siguiente”.
- Y etiquétalas. De esa manera, cuando busques algo no tendrás que revolverlo todo y lo encontrarás a la primera.
Foto: IKEA
Si, después, sigues estos consejos te evitarás tener que reordenar cada poco tiempo. Recuerda que una de las claves del orden es que “no es más ordenado quien más ordena, sino quien menos desordena”. Al menos así lo afirman desde La Academia del Orden. ¡Y nos encanta esa máxima!