Es fundamental poner orden en la despensa para no desperdiciar comida (ni dinero). Las expertas en orden Lucía Terol y María Gallay nos ayudan en la tarea. Porque si tienes las claves de lo que debes tirar, donar y reorganizar tanto en la despensa como en el mueble despensero de la cocina la tarea será más fácil. Sabrás por dónde empezar.
Así que hemos preguntado a estas dos organizadoras por esas cosas que debes tirar o donar, en definitiva, por aquello de lo que debes deshacerte. Seguro que te sientes identificado. Con esas ideas claras, después, podremos afrontar el orden de la despensa para lo que también nos dan unos consejos.
"A veces creemos que necesitamos más espacio de almacenaje y lo que ocurre es que simplemente hay que revisar y recuperar el espacio que ya tenemos". Lucía Terol
Cosas que debes tirar o donar de tu despensa
Todo lo caducado
En esto coinciden tanto la organizadora María Gallay (de Organización del Orden) como Lucía Terol (de Sencillez Plena). María indica "lo caducado y todo lo que, no teniendo ya fecha de caducidad, no conserva su aroma, sabor o propiedades por el tiempo que lleva ahí". Lucía añade que "si no has hecho una revisión en profundidad últimamente es posible que encuentras algún producto caducado. Esa harina especial que usaste solo una vez, esas pasas que nunca utilizaste, uvas en lata…" Aviso: normalmente estos productos se esconden al final de los estantes y no siempre recordamos que están allí.
Especias que no has usado en la vida
Si un día te dio por comprar curry en polvo, popurrí de pimientas o de hierbas provenzales, pero nunca le has dado uso, lo mejor es que liberes ese espacio de tu despensa por otras que sí que sueles utilizar en tus platos. Si conoces a alguien que le pueda dar uso, regálaselo, comprobando siempre antes la fecha de caducidad.
Paquetes con el envoltorio roto
Gallay aconseja "pasar el contenido a una bolsa zip o a un bote y recortar la etiqueta (con la fecha de caducidad) para introducirla".
Productos de moda
"¿Te acuerdas de las bayas Goji? Hubo un momento en el que estuvieron de moda y parecía que eran un alimento sin el que no podíamos vivir", rememora Lucía Terol. Con la idea de llevar un orden o esencia minimalista a la despensa -característica de la forma de organización que propone esta organizadora-, recomienda aplicar esta idea "tanto para las bayas como para cualquier otro elemento con características similares".
Regalos exóticos
"Sí, ese picante que te trajo tu amiga del viaje a Tailandia, esa mermelada especial que te regalaron la Navidad pasada… Si te aporta valor, inclúyela en tu día a día, si no es así déjalos ir", se muestra tajante Lucía, que nos invita a pensar que "no quieres más o menos a la persona que te hizo el regalo. Deja ir el objeto, recupera tu espacio y llama a esa persona, porque es así como demostramos nuestro amor, con la atención".
COSAS QUE PUEDES DONAR DE TU DESPENSA
Patatas, nachos, salsas…
Gallay lo recomienda como opción para no caer en la tentación cuando quieres empezar a cuidarte.
Ingredientes típicos de pastelería
"Como colorantes alimentarios, gelatina y otros, que utilizaste una vez hace 2 años y que están en el fondo de la despensa cogiendo polvo. Suelen durar bastante si el envase se cierra bien". Así que comprueba las fechas porque es una de esas cosas que debes donar de tu despensa a alguien que las vaya a usar.
Los kilos de harina que compraste en la pandemia
Parecía que, cada vez que ibas al súper durante la pandemia, la harona volaba de los estantes. Puede que hicieras pan casero un día, unas pizzas y hasta algunas recetas de bizcochos. Pero ahora, que hemos vuelto a la normalidad, no has vuelto a ponerte a amasar harina. Comprueba la fecha de caducidad y si no ha pasado, llévala a un banco de alimentos.
Café en grano
Si no tienes molinillo, ¿para qué lo guardas? Ocurre lo mismo, recuerda María Gallay con el café molido si no tienes cafetera en la que usarlo o el té a granel si usas bolsitas. Es algo que puedes donar.
Los "por si acaso"
"Muchas veces nuestra despensa está llena de productos que tenemos con este lema 'por si acaso'. Y aquí entrarían tanto tarros de helado vacíos, como preparados de conservas", concluye Lucía.
Cosas que en realidad no comes
Puede que un día fuera tu madre a casa a hacer un cocido y comprara garbanzos como para un regimiento. Pero a ti ni te gustan ni sueles incluirlos en tu menú. Si aún no han caducado y el envase está cerrado, llévalos a un banco de alimentos. Ayudarás a alguien y despejarás el espacio de tu despensa.
Consejos básicos para (re)ordenar la despensa
Lo que no se ve, no existe
Así de rotunda se muestra María Gallay en lo que se refiere al orden en la despensa: "Igual que con la ropa, en la despensa lo que no se ve, no existe. Si tu despensa es un armario de baldas y no accedes más allá de la segunda fila, replantéalo con cajones. Mide bien el ancho (resta bisagras), el fondo y la altura, y compra cajas o bandejas tratando de cubrir todo el fondo, la mitad del ancho (si el ancho son 50 cm, necesitas 2 cajas de 24 de ancho) y la altura mínima para que contenga los productos. Evita los materiales tipo mimbre, porque son más difíciles de limpiar si algo se derrama". Ella recomienda contenedores de material lavable y traslúcido.
El contenido ideal
María nos anima a que una vez que la despensa está libre de esas cosas que debemos tirar o donar pensemos en el contenido perfecto: "¿qué productos necesitas tener siempre para poder cocinar y comer sano? Haz una lista de lo que te falta, ve al súper con esa lista y no traigas de más. Comer bien depende de cocinar bien, que depende de tener a mano los productos que necesitas, que salen de una compra adecuada, hecha con una lista lógica. Si a esto, le puedes sumar una programación de menú semanal o mensual, pasas al nivel experto".
Despensa coherente
Terol también menciona la necesidad de que el contenido de la despensa esté en consonancia con los menús que elaboras y el día a día. Es una clave para mantenerla ordenada con lo necesario. "Si tu menú es sencillo y, en cierto modo, repetitivo porque en tu día a día prefieres platos que sean sanos y rápidos de cocinar; no compres especias y alimentos que después no uses".
Un plan en familia
"Si sois más de uno en casa y las otras personas también cocinan y compran, tenéis que hacer el plan juntos. Inclúyelas en el plan de descarte y haced la lista de la compra juntos, aunque sea uno el encargado de ir al súper", recuerda Gallay que nos da un truco: "¿que hacéis la lista, pero siempre se queda en casa? Probad con una aplicación como Dommuss que, entre otros temas de organización, os ayudará a tener la lista siempre a mano y actualizada".
Funcionalidad por encima de belleza
Este es otro truco para ordenar la despensa que aporta Lucía Terol después de indicarnos las cosas que debemos tirar o donar de nuestro armario despensero. "Cuando miras las fotos en las redes sociales parece que haya un concurso de belleza con las despensas. Mi propuesta, a no ser que sea algo que te encante, es que priorices la practicidad. No te obsesiones con los tarros para organizar la despensa, prioriza aquellas soluciones con un enfoque práctico".
Evita las ofertas que no necesitas
"Muchas veces acabamos comprando productos que no necesitamos, porque al ir a un supermercado vemos alguna campaña que nos insta a comprar dichos alimentos. No es un problema tuyo, el neuromarketing es muy efectivo. Lo mejor que puedes hacer es ir con tu lista de la compra y evitar este tipo de productos en oferta. Estos alimentos suelen salir caros por partida doble, porque acaban ocupando un espacio precioso y dificultando el orden en la despensa. Además, los productos en oferta no suelen ser saludables. Es el momento de que seas tú y no tu supermercado quien decida qué necesitas comer", nos insta a pensar Terol.
Para terminar con esta mini sesión de orden en la despensa que seguro te ayudará a reorganizarla y a replantearte lo que guardas, compras, almacenas y usas (o no), Terol anima a escribir y aprender del proceso: "en la visión del orden con esencia minimalista cada desorden esconde un aprendizaje. Al acabar de revisar la despensa escribe los aprendizajes que hayas encontrado. Quizá descubras algún alimento que quisieras priorizar o evitar en tu menú. El proceso de escritura posterior a la revisión es el que te permite identificar los aprendizajes y así evitar que el desorden vuelva a tu vida y a la de tu despensa".
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