Con la llegada del calor, es normal que la temperatura de casa también se dispare. Por eso, hacemos uso de ventiladores y aparatos de aire acondicionado para refrescar nuestra casa, con la consecuente subida de la factura eléctrica, que se suma a los altos precios que vivimos actualmente.
Uno de los motivos por los que tu casa se siente como un horno se debe a un mal aislamiento de la misma. “Las temperaturas extremas del verano hacen que aislar nuestro hogar se vuelva una opción cada vez más interesante y es que parece que el verano pondrá nuestras viviendas a prueba. Cuando llega el buen tiempo sufrimos lo que implica tener un hogar mal aislado o con problemas de ventilación y refrigeración”, explica Antonio Viñuela, director comercial de Sulion.
Pero, para que tu casa se convierta en un refugio fresco y acogedor en el que poder pasar el verano a gusto y la factura no suba demasiado, te ofrecemos varios consejos que te ayudarán a evitarlo y con los que podrás ahorrar hasta un 25% en el gasto de la luz.
1. Apuesta por colores claros
Si tus paredes son blancas o de una tonalidad clara, así como las carpinterías de las puertas y ventanas y las persianas, absorberán menos la luz, ayudando a que el ambiente se sienta más ligero. Lo mismo vale para la ropa de cama y complementos. Si puedes ponerlas de un color claro, tu casa se sentirá más fresca.
2. Mejora el aislamiento
"Un buen aislamiento puede reducir más de un 30% la temperatura ambiente en lugares cerrados", explica Viñuela. Y, aunque igual ahora no estás para meterte en obras, si vas a reformar tu casa, invierte parte del presupuesto en esta partida. Lo amortizarás en verano y en invierno.
3. Un ventilador es más económico que el aire acondicionado
Según afirma el experto de Sulion, "el gasto en luz de un ventilador supone alrededor de 1 euro al mes encendiéndolo todos los días. Un reciente estudio de estos expertos apunta que el aire acondicionado consume 37 veces más".
4. También puedes ahorrar con el aire acondicionado
Aunque si ya tienes el aire acondicionado, puedes reducir su consumo alrededor de un 8% siguiendo varios consejos. Así, te recomendamos que lo mantengas siempre a una temperatura constante, de unos 25 °C, utilices el modo eco y evites dejarlo encendido si no vas a estar en casa. Según el IDAE (Instituto de Diversificación y Ahorro Energético), por cada grado de temperatura bajas en el termostato, el gasto energético en climatización es del 7%.
Hay aparatos, incluso, que cuentan con control wifi, de manera que podrás manejarlos cómodamente desde el teléfono y programarlos cuando sea necesario. Cómodo y eficaz.
5. Ventila a primera hora y abre puertas y ventanas por las noches
Cuando baja la temperatura, abre todas las puertas y ventanas de tu casa para que el aire se renueve y que la casa se refresque. Además, así crearás corrientes (si corre un poco el aire) que te ayudarán a descansar mejor. Pero cuando empiece a salir el sol...
6. Cierra persianas y puertas
Es importante poner todo tipo de barreras entre el calor y las estancias en las que más tiempo pasas. Por eso, cuando dé el sol en esas habitaciones, te recomendamos que cierres las persianas y las puertas de esas estancias para que el calor no llegue a las demás.
7. Comprueba la calidad de tus bombillas
Aunque ya casi en ningún hogar quedan bombillas incandescentes, puede que alguna se te haya escapado. Compruébalo y, si aún no las has cambiado por unas led o de bajo consumo, hazlo. Las bombillas incandescentes convierten un 90% de la energía en calor y, además, consumen mucha más energía.
8. Coloca láminas solares en las ventanas
"Son una solución efectiva que refleja la luz y el calor que entra por las ventanas, con la ventaja de que no necesitas quitar el cristal. Reducirán el calor en un 82% y podrás estar más fresco en casa ahorrando en electricidad", dice Viñuela.
9. Reduce el uso de los electrodomésticos
La lavadora, el lavavajillas, la plancha o el aspirador puede hacer que aumente el calor concentrado en una estancia. Úsalos solo si es necesario y mejor por la noche, cuando las temperaturas son más bajas.
10. Lava la ropa con agua fría
Y este es un consejo que deberías aplicar durante todo el año. Es mejor utilizar ciclos cortos y con agua fría, ya que el consumo de agua caliente en la lavadora conlleva un elevado gasto de energía. Tan solo debes utilizar el agua caliente si es necesario, pero no en todos los ciclos de lavado.
11. Deja que la ropa se seque al aire
Y pasa de la secadora. Aunque es cómodo y rápido, la secadora es un electrodoméstico con un consumo muy alto. Así que aprovecha el buen tiempo y el calor para secar la ropa. Sí, cierto que tendrás que tenderla y eso lleva algo más de tiempo, pero verás reducido el consumo en la factura de la luz.
12. El poder de los toldos
Además de proteger de la sombra, los toldos pueden ser una barrera más contra el calor dentro de casa. Si estás pensando en instalarlos, no dudes en hacerlo en aquellas ventanas en las que el sol pegue durante las horas más calurosas del día. Además de sombra, conseguirás reducir la entrada de calor en tu casa.
13. Súmate a las renovables
Aunque el gasto inicial puede ser elevado, instalar unas placas solares para calentar el agua o generar electricidad también son un recurso que, a largo plazo, te ayudarán a reducir tu factura energética.
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