Ya lo decía tu abuela, más vale prevenir que curar. Pues con los suelos de madera pasa lo mismo. Cuanto más cuidadoso seas para que la suciedad no entre en casa, en mejor forma ser mantendrán. No te decimos que todo el día vayas de puntillas por casa, pero sí que tengas en cuenta unos sencillos tips que lograrán que tu parquet brille con luz propia.
Que no entre la suciedad
Tener un felpudo en la entrada (mira que cosa tan sencilla) puede ahorrarle muchas rayadas a tu suelo. Es una barrera que impide que arena o pequeñas piedrecitas que llevas en los zapatos dañen la madera. Colocar alfombras en varias estancias también es una buena manera de protegerlo. Pero ojo, eso no quiere decir taparlo por completo, que a nosotros nos gusta que luzca.
Vigila con los zapatos
Lo ideal sería tener una zona en la entrada en la que descalzarse y poder dejar los zapatos, como tienen las casas nórdicas. Así no entra el polvo. Cuanto menos camines con calzado de calle dentro de casa, mucho mejor. Y aviso para navegantes, el calzado que que más castiga el parquet son los zapatos de tacón, así que quítatelos cuanto antes.
Protege las patas de tus muebles
Coloca fieltros en las patas de los muebles que más se mueven, como sillas y butacas, y en sus puntos de apoyo. Así evitas que se rayen al moverlos directamente sobre el parquet. Nunca arrastres muebles pesados, levántalos cada vez que quieras cambiarlos de sitio. Y limpia bien los que tienen ruedas ya que suelen acumular mucha suciedad que los puedes rayar.
Natural es mejor
Si quieres limpiar tu parquet sin químicos, una solución casera muy sencilla para hacer tu propio limpiador es mezclar agua caliente y vinagre. También puedes hacer un limpiador de madera mezclando 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de zumo de limón y 1 litro de agua. El aceite de oliva es genial para hidratar la madera, mientras que el limón limpia y deja un olor muy agradable.
Tips con efecto flash
- Si tu parquet tiene una rayada poco profunda puedes borrarla fácilmente frotando con una mezcla de aceite y vinagre. Cuanto antes lo hagas, menos se habrá fijado.
- Si tiene una mancha de tinta (qué típica). Presiona la mancha con un papel absorbente para quitar el exceso de tinta. Pon un poco de pasta de dientes sobre la mancha. Deja actuar y frota con un paño humedecido.
- Cuando haya perdido un poco de brillo (de tanto usarlo) trátalo con aceite de linaza o teca. Frota con un paño impregnado y no pises hasta que esté seco del todo.
- Si cruje un poco, puedes solucionarlo fácil y rápidamente espolvoreando polvos de talco entre las tablillas. Si no funciona puedes rellenar los huecos con parafina caliente. Se inyecta fácilmente con una jeringuilla.