Antes de empezar a ordenar la cocina, lo más recomendable es dedicar un tiempo a la planificación. ¿Dónde y cómo vas a guardar cada utensilio? ¿Qué muebles vas a necesitar?
Una regla básica consiste en hacer una selección de aquello que usamos a menudo para colocarlo de forma que lo tengas siempre a la mano: platos, vasos, cubiertos, especias, algunos alimentos, etc. Por otro lado, hay que hacer otra selección con aquellas cosas que utilizas más esporádicamente, y que se pueden guardar en sitios en los estantes más altos o al fondo del armario. Algo muy sencillo, pero que facilita mucho las tareas, ahorra tiempo y ayuda a organizar la cocina desde cero.