Tengas una colección de zapatos al estilo de Carrie Bradshaw, de Sexo en Nueva York, o sea más bien básica, es importante buscarles un sitio en casa. Pero lo primero de todo es aprender a tirar y a guardar. Decir adiós a esos zapatos que nunca te pones o que están muy deteriorados, pero eran tus preferidos y no quieres desprenderte de ellos es el primer paso del orden. Una vez te hayas quedado solo con los zapatos que realmente usas, entonces puedes buscarles un sitio en casa.

Lo ideal y aconsejable es que los zapatos estén separados de la ropa, no olvidemos que son sucios y pueden causar mal olor. Pero si no es posible, siempre puedes guardar los zapatos en cajas o en bolsas. Si cuentas con espacio en el recibidor, es un lugar perfecto, ya que puedes descalzarte solo al llegar a casa y calzarte al salir. Existen muebles con apenas 30 cm de fondo que pueden serte de gran ayuda. ¿Qué no te cabe en el recibidor? Observa bien tu casa y piensa dónde podrías integrar un zapatero aprovechando los huecos muertos. Las soluciones a medida, aunque más caras, son las que optimizan mejor el espacio.

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