Una cocina perfecta debe saber guardar el equilibrio entre funcionalidad, seguridad y belleza. Conseguir estos tres factores es fácil si se opta por los materiales más adecuados en los puntos claves de la estancia. El salpicadero de la cocina es uno de esos elementos cruciales capaces de definir el estilo del espacio y a la vez proteger sus muros de las inevitables salpicaduras que se producen mientras cocinamos. Se trata de un elemento muy visible, por lo que su imagen es importante, pero también tiene que ser capaz de resistir el día a día de la cocina y, por supuesto, ser fácil de limpiar. Cualquiera de los materiales que has podido ver cumplen estos requisitos así que la elección será cuestión de gustos.
Sea cual sea tu elección, con cualquiera de estos doce materiales la pared trasera de la zona de trabajo de tu cocina contará con la protección adecuada, a prueba de trote.