Francia siempre resulta de lo más inspiradora: su comida, su cine, la música, la moda, la decoración, París… tiene ese savoir faire que lo coloca en el punto de mira del arte y la belleza. Su gusto por los objetos clásicos, por lo suntuoso, los tapices y la exuberancia hacen que tenga un sello muy particular a la hora de decorar. Vamos a viajar a París y a transformar tu casa en un lugar chic y lleno de glamour.
Pon un poco de drama en tu vida
Sí, como si de una película de María Antonieta se tratase, los elementos decorativos también van cargados de intención y de emoción. Pierde el miedo a arriesgar con piezas llamativas, lo más vintage posible y que causen un potente contraste con el resto del mobiliario. ¡Que tu comedor no pase desapercibido! Unas sillas medallón presidiendo la mesa o una gran lámpara chandelier, serán suficientes.
Romanticismo puro y duro
En esto también son los reyes, su romanticismo los ha hecho famosos en el mundo entero. Uno de los elementos a tener siempre en cuenta si lo que quieres es un estilo parisino son la flores. Llena tu casa de flores: naturales, pintadas, en cuadros… que se respire frescura por los cuatro costados.
Exuberancia pura y dura
Olvídate del minimalismo, aquí es todo a lo grande: molduras en los techos, chimeneas rococó, muebles con curvas, sobreexposición de objetos joya, tapicerías llenas de bordados y texturas… da rienda suelta a tu lado más soñador y permite que los colores y las formas tomen el protagonismo.