Los hay pequeños, grandes, luminosos, menos luminosos, con techos altos, con ventanales, abuhardillados, cuadrados, alargados... Vamos, hay dormitorios de todos los tipos ¡y también tamaños! Por eso hemos cogido todas las tallas -de la S a la XL- y recopilado los mejores trucos para cada una.
Si tu dormitorio calza una S, podrás estirar cada cm hasta casi dar el sorpasso de talla. Por contra, si eres de los que cuentan con un dormitorio XL también encontrarás buenas ideas para decorarlo y hacerlo más acogedor y, a la vez, práctico. Así que, elige tu talla ¡y busca la deco que mejor le sienta a tu dormitorio!
Talla S: exprime cada cm con soluciones a medida
Vale, tienes un dormitorio pequeño. No eres ni el primero ni el último que debe medir su cuarto cm a cm en vez de en metros. Pero no te apures, con las ideas claras y buenas soluciones puedes sacar lo mejor de él.
Olvídate de lo superfluo
Si no es imprescindible no te vale. No malgastes unos cm que son oro en una descalzadora o un galán si apenas tienes espacio suficiente para lo básico. Una vez tengas la cama y el ropero, piensa si te caben, por ejemplo, las mesillas o es mejor prescindir de ellas.
Muebles a medida
Son tu mejor aliado, ya que no dan por perdido ni un cm. Un armario empotrado de pared a pared y de suelo a techo, prescindir del tradicional cabecero y aprovechar la pared para almacenar a lo alto con baldas....
Soluciones de doble uso
Un cabecero que sirva a su vez de mesilla y que integre las lámparas de sobremesa, una cama arcón con espacio extra para guardar...
Colores claros
Por sí solos no suman metros, pero sí regalan sensación de amplitud. ¿El blanco te aburre? Los colores pastel en sus tonos más suaves, un gris empolvado, los piedra en sus matices más pálidos... Las posibilidades son enormes.
Espejos
Son un recurso infalible en pocos metros, ya que contribuyen a ampliar la sensación de espacio. Elige un diseño de pared, así no restarás metros. Y si lo colocas opuesto a la ventana, proyectará la luz natural al resto de la estancia.
Talla M: regálate un capricho y suma confort
La pieza extra que estabas deseando
Cuando los muebles básicos del dormitorio no corren el peligro de no caber, puedes permitirte algún que otro capricho: un banco o banqueta a pie de cama a modo de práctica descalzadora, una butaca para dejar la ropa lista para el día siguiente, una cómoda o, ¿por qué no? un mini tocador. No se trata de llenar la habitación de muebles, sino de aprovecharla mejor con una pieza que te dé un plus de confort y practicidad.
¿Arriesgamos un poquito?
También puedes permitirte alguna licencia decorativa, como decorar la pared del cabecero con un papel pintado con llamativos motivos o dar cabida a colores más intensos, ya sea en una sola pared, en un mueble o en la ropa de cama. Lo importante es no excederse y que el conjunto se vea equilibrado.
Talla L: ¿y por qué no una cama con dosel?
Los metros son un lujo que merece la pena aprovechar. Pero ojo, no por tener metros debes empezar a llenar el dormitorio de infinidad de muebles y auxiliares que solo vas a usar unas pocas veces al año.
Menos es... mejor
Es mejor optar por pocas piezas pero bien escogidas, en caso contrario podrías crear un ambiente demasiado caótico y desordenado.
A su justa medida
Elige los muebles proporcionales al espacio. Si el dormitorio es amplio, regálate una cama XL ¡o con dosel! O un confortable sillón con reposapiés en vez de una butaquita.
Hazlo más acogedor
Al ser tan amplio puede que resulte un poco frío. Los colores cálidos, ya sea en textiles o incluso en las paredes, crean ambientes más acogedores y visualmente más recogidos.
XL: para dormir y muuuucho más
Los metros no son un problema en tu dormitorio. ¡Felicidades! Pero ojo, tener muchos metros no significa que debas desaprovechar el espacio. ¡Al contrario!
Doble función
Sácale el máximo partido con otro usos, por ejemplo. ¿Te encanta leer o hacer manualidades? Valora integrar en el dormitorio una zona de estar que sea tu refugio. ¿Estás cansado de ir moviendo ropa de un armario a otro según la temporada? Planifica un completo vestidor en el que puedas reunir toda la ropa, sin importar la temporada. Bastará con saber en qué módulo está las prendas de cada estación.
¿Hacemos una suite?
Si lo prefieres, también puedes integrar el baño al dormitorio y regalarte un mini spa colocando, por ejemplo, una bañera exenta, un mini jacuzzi ¡o incluso un baño completo! Esta vez el límite lo pone tu imaginación, no los metros.
Echa un vistazo a nuestra galería y descubre más ideas para sacar partido a tu dormitorio, tenga los metros que tenga.