Todas las claves para saber cómo abrir la cocina (que nunca te han contado)

Si te preguntas cómo abrir la cocina al salón o al comedor, esta galería te va a inspirar. Hemos buscado opciones muy visuales que te ayudarán a escoger entre una solución totalmente abierta, con una isla en medio, barra, cristal, panel fijo acristalado… ¡Prepárate para tomar nota y escoger la opción más adecuada para tu casa y tipo de vida!

Las barras de cocina con taburetes son una forma de abrir la cocina al espacio contiguo pero mantenerlas delimitadas. Derribar un tabique existente y crear un vano, hace que la cocina quede totalmente expuesta. Con una barra tendrás un mini office al tiempo que algo más de superficie de apoyo, muy útil si la cocina es pequeña.

Cuando la cocina se abre al salón pero queda delimitada con una barra puedes optar por un diseño con tapa y pata -como el anterior- o prolongar la encimera de cocina en el módulo tipo península que forma parte del mobiliario. Con 20 cm es suficiente porque se suman a la encimera existente. Si por el contrario es una barra en sí, como mesa alta, esta deberá tener al menos 40 cm de fondo.

Sí, pero no. Esta solución es perfecta para los que tienen el dilema "cocina abierta versus cocina cerrada". Porque es un poco de ambas cosas. La cocina se abre a los espacios contiguos (en este caso salón, comedor y recibidor), al tiempo que permanece delimitada y cerrada. Visualmente hay continuidad (se gana amplitud y luz), pero es posible que no salgan humos ni olores al cocinar.

Este es un ejemplo de cocina totalmente abierta. Para los que buscan comunicación total. Una misma planta diáfana en la que cada espacio se delimita a sí mismo por el mobiliario y su función. La cocina se ubica en un extremo de la planta y se abre directamente al comedor, que se sitúa entre esta y el salón. Esta idea funciona en espacios rectangulares y siempre que haya espacio suficiente: 90 cm entre muebles y mesa de comedor.

Con una estética casi industrial, una forma de abrir la cocina es combinar un vano con un fijo de cristal que delimite y se convierte en un elemento decorativo sin interferir. Puedes necesitar recurrir a esta solución cuando por ejemplo el vano que se crea al derribar el tabique es tan amplio que la cocina queda expuesta a corrientes desde un recibidor o zona de paso. Así la distribución queda más organizada sin perder la sensación de apertura.

Estas 30 cocinas con puertas correderas nos encantan. Siempre son una buena opción para abrir la cocina o cerrarla cuando cocinas. Una solución que integra o delimita con mucho poder estético, ya que las puertas se convierten en elementos que destacan en cuanto su diseño combina cristal y perfiles de metal o madera. Ten en cuenta que "la pega" es que desperdicias la pared en la que se ubican las hojas cuando están abiertas. La ventaja respecto a las puertas abatibles, el espacio que se gana.

Esta solución abre la cocina visualmente. La fluidez entre espacios es mayor entre comedor y cocina. En cierta manera se intercomunican las acciones que tienen lugar en cada espacio. Pero hay un elemento divisorio físico con puertas. Sustituir un tabique por una pared de cristal de suelo a techo es un recurso que personaliza. Es más que una puerta de cristal, puesto que el marco que queda alrededor también es de vidrio.

Fíjate en cómo cambia la sensación de esta cocina abierta al salón respecto a la anterior. Aquí se mantiene en el tabique ciego aunque se abre con una doble puerta corredera integrada en el tabique. El resultado es un vano cuando las hojas están metidas en la pared. Si quieres abrir discretamente los espacios opta por esta solución siempre con un vano lo más amplio posible para que no sea una puerta de medida convencional.

¿Y qué pasa si quieres abrir la cocina al salón o al comedor y al derribar el tabique te encuentras con pilares que no se pueden eliminar? Pues que tendrás que aliarte con ellos y convertirlos en aliados. Reviste las columnas o intégralas en la solución de mobiliario que marque la transición entre espacios. Aquí, por ejemplo, en madera, con un módulo de cocina entre ambas.

Abrir la cocina puede hacer que se gane espacio. Y ahí es donde quizá haya un hueco para la isla. Esta puede convertirse en el elemento clave de la distribución. Cocina abierta, pero delimitada a través de una isla central que puede hacer las veces de mesa de comedor, de office o de elemento al que adosar otras piezas.

Aunque los cerramientos de cristal con perfiles marcados se han puesto de moda desde hace unos años, también existe la posibilidad de crear una transición en una cocina abierta con paneles de cristal sin perfiles, a modo de cortinas de cristal. Aquí, una gran puerta corredera de cristal permite cerrar la cocina sin ocultarla a la vista, beneficiándose así ambos ambientes de la luz natural, que fluye sin obstáculos.

Debes tener en cuenta la unidad en cuanto a los estilos decorativos. Una cocina integrada es un elemento más de la decoración y aunque tenga su propia esencia, debes pensar en que tenga un acabado, línea y colores que no resten sofisticación ni confort al resto del ambiente.

Cuando abres la cocina al salón o al comedor es posible que quieras mantener la unidad y continuidad con un mismo suelo. O bien que sea el pavimento el que demarque visualmente con dos acabados diferentes. Lo que es importante es que tengas en cuenta que se pueden derramar líquidos y manchas y has de buscar el suelo adecuado para la cocina.

Esta cocina de distribución lineal en un único frente no solo se abre al salón y al comedor sino que sus muebles se prolonga en el frente y se integran en la zona de estar. Es otra opción para ganar espacio de almacenamiento. En este caso es importante que el acabado sea cálido y adecuado para no desmerecer la decoración del salón. Incluso, una solución a medida podría integrar el televisor si fuera necesario.