Wabi-sabi y la belleza en la imperfección: así definen los japonenes esta filosofía que puedes llevar a tu casa

Una vasija con grietas, una mesa con rozaduras, todo lo natural y orgánico, eso que no es perfecto. Wabi-sabi no tiene una traducción a nuestro idioma e, incluso, no tiene una definición clara en japonés. Es una filosofía que trata de representar todas esas cosas que huyen de lo artificial y manufacturado en serie. Es la aceptación del continuo cambio del ciclo de la vida, del paso del tiempo y cómo nos afecta a nosotros y a las cosas que nos rodean.

¿Qué es wabi-sabi?

Wabi-sabi es un término japonés que resalta la imperfección de la belleza en los objetos y la naturaleza. Es un sinónimo de naturalidad y autenticidad, pero también de aceptación de la imperfección de la belleza. 

¿Cuándo nace el Wabi sabi?

Se dice que la primera referencia que se tiene sobre este término está datada en a mediados del siglo XV y principios del XVI, siendo el primer maestro Wabi-sabi el monje zen Murata Shuko. En una sociedad en la que la ceremonia del té se había convertido en un evento social con objetos importados de otros países, este monje se oponía a esta moda, empleando utensilios para la ceremonia del té de fabricación local. Así comienza el Wabi sabi en la estética del té. Poco a poco esta filosofía fue introduciéndose en otros elementos culturales y sociales. 

Unos cien años después, el maestro Sen no Rikyu introdujo estos objetos imperfectos de la artesanía coreana y japonesa como objetos de diseño, con el mismo nivel artístico que los perfectos diseños chinos. 

Evolución del Wabi-sabi 

Poco a poco la filosofía Wabi-sabi ha ido extendiéndose a otras facetas de la vida, especialmente a la decoración y el interiorismo. Tiene ciertas similitudes con el estilo rústico, aunque tal vez combinado con una estética más minimalista, en la que el número de piezas no es sinónimo de confort, sino de funcionalidad. También encontramos esta similud entre lo rústico y lo wabi-sabi en el sentido de simplicidad, donde los artificios están de más artificios y no se busca lo sofisticado.

La decoración wabi-sabi huye de la producción en serie y apuesta por piezas únicas, de formas orgánicas y materiales naturales y toscos. 

¿Cómo es la decoración wabi-sabi?

Una casa con decoración wabi-sabi regala calma, confort y autenticidad. Su secreto reside en destacar la belleza de lo imperfecto, de lo artesanal, de lo natural. Este tipo de decoración se basa en varias claves. ¡Te las contamos! 

1. Busca la simplicidad

Entrar en una casa con decoración wabi-sabi no es entrar en una casa llena de piezas, llena de detalles sobre los muebles... No. Es una casa que busca la sencillez y en donde cada mueble o detalle esté muy bien elegido y puedas contemplarlo sin tener que quitarle de encima "pongos" de todo tipo.

2. Incluye objetos auténticos

La vieja máquina de escribir de tus abuelos, aquella butaca industrial de los 70, la colcha de ganchillo de tu madre, el espejo que encontrasteis en la casa cuando os enamorasteis de ella... Todo lo que tiene historia, aporta alma a tu casa. Hay una belleza única en las piezas antiguas. Los materiales, el trabajo manual o el amor con el que fueron hechas harán tu casa única.

3. Descubre la belleza del paso del tiempo

Un suelo de toba con pequeñas muescas y desniveles, un suelo de madera envejecida, fregaderos de piedra con algún pequeño golpe... El paso del tiempo puede dejar en las piezas huellas –e incluso cicatrices– que las embellezcan haciéndolas más auténticas todavía.

4. Orden sin simetría

Una casa ordenada transmite serenidad y esto nos hace sentir más cómodos. Pero ¡cuidado! Aquí orden no quiere decir simetría. Huye de ella. El equilibrio que muchas veces hemos conseguido con la simetría, aquí se logra con la simplicidad. 

5. Destaca la imperfección

Las formas orgánicas, imperfectas, son wabi-sabi. Porque en la imperfección está la autenticidad. Vajillas artesanales, cuencos de madera tallados a mano, detalles de cerámica hechos a torno... De esta forma, no habrá dos piezas iguales, tu casa ganará personalidad y no encontrarás nada igual en casa de tu vecino.

6. Apuesta por lo natural

Haz que en todas las estancias haya elementos naturales e intégralos en la decoración, vamos, que no parezcan añadidos, sino parte indisoluble de los espacios. ¿Como qué? Lavamanos de piedra, suelos de bambú, baldas de madera recuperada y sin tratar, suelos de barro... Tu casa te conectará con la naturaleza y su poder regenerador.

Piezas básicas en una decoración Wabi-sabi

Para conseguir la autenticidad y simplicidad de la decoración wabi-sabi apuesta por piezas únicas, ramos con flores silvestres, detalles artesanales, piezas de arte únicas (aunque sean los dibujos de tu hijo), suelos de materiales naturales, piedra rugosa, tejidos naturales como la lana, el algodón o el lino orgánicos y la luz cálida. 

Por el contrario, huye de los muebles modulares, los ramos de flores perfectos, las piezas de arte serializadas, suelos plásticos, tipo vinílicos, el mármol liso, los textiles sintéticos, la luz fría y la tecnología. 

Ideas de decoración wabi-sabi