Una vez elegido el árbol de Navidad llega el crucial momento de decorarlo. Para que tu pasión por los adornos no lo deje con una mezcla que asustaría al mismísimo Papá Noel, lo primero que debes hacer es decidir qué estilo tendrá. Decántate por una gama cromática y así no quedará recargado.
Después respeta siempre el orden de los factores (que en este casi sí altera el producto). Las luces es lo primero que debes colocar. Asegúrate de que el enchufe queda en la parte de atrás y empieza a enrollar de abajo arriba.
A continuación cuelga los adornos. Lo ideal es que combines 4 o 5 modelos distintos. Empieza colocando los más grandes y repártelos bien por todo el árbol. Pon guirnaldas o cintas de arriba abajo y remata la parte superior con una estrella (o la figura que prefieras).
¿Quieres darle el toque final? Tapa el pie metálico (si es artificial) o la maceta (si es natural) de algún modo decorativo. Si no quieres el clásico faldón, usa una manta o una tela bonita. No te pases, piensa que debe quedar sitio para los regalos. ¡Y ya tienes el árbol listo!
Fíjate como montamos este árbol de revista...