75 ideas infalibles para conseguir la casa perfecta: ¡ponlas en práctica!

No tengas miedo al combinar los cojines con distintos estampados. La clave para acertar es elegir dos o tres colores que creen unidad. Después podrás mezclar distintos patrones sin equivocarte. ¡Quedará genial!

Decorar con el color blanco es un acierto para sentir que tu casa es perfecta. Es un color fácil de combinar, que ampliará el espacio y multiplicará la luz, aunque a veces puede pecar de frío. Para que eso no te pase, incluye en la decoración piezas de madera y fibras naturales. 

Al iluminar tu casa no has de colocar solo lámparas que proporcionen una iluminación general. También la ambiental es básica para conseguir ambientes relajados y acogedores. Puedes hacerlo con lámparas de sobremesa, apliques en las paredes, lámparas de pie e, incluso, leds escondidos en las molduras, que crean un baño de luz en las paredes muy impactante y cálido. 

Una casa sin orden nunca transmitirá la sensación de perfección. Por eso, además de cuidar la decoración de cada estancia, deberás incluir objetos que ayuden al orden. Cajas y cestas son las mejores aliadas, ya que además de decorar, podrás guardar en ellas todos esos objetos pequeños que provocan ruido visual. 

Las flores aportarán un delicioso aroma a cualquier rincón de tu casa. Además, no suponen una gran inversión. Aun así, siempre puedes colocar flores preservadas, que crearán el mismo efecto. 

Huye de los tejidos sintéticos y apuesta, mejor, por los textiles de origen natural, como el lino, el algodón o la lana –más adecuado este último para invierno–. Y no solo eso, también puedes asegurarte de que han sido confeccionados de manera ecológica. Estos textiles llevan el distintivo Öko-Tex Standard 100, que garantiza la ausencia de sustancias nocivas en textiles tanto durante su proceso de transformación y hasta que llegan al consumidor final. 

Para que el baño no se convierta en un espacio lleno de cremas y botecitos, nada como planificar un mueble de baño que te regale todo el almacenaje que necesitas. Los de cajones te permitirán acceder al todo el interior de un solo vistazo. 

Si el aspecto de las sillas del comedor o del sofá se ve anticuado, no dudes en colocar unas fundas que mejoren su imagen. Podrás lavarlas cuando se manchen y tu comedor o salón parecerán nuevos. 

Un gesto tan sencillo como colocar unos arrimaderos en el comedor o el salón conseguirá elevar la elegancia del espacio. Además, son muy fáciles de colocar y lo puede hacer uno mismo. Incluso, puedes colocar molduras de poliretano que imiten su imagen y, después, pintarlas a modo de arrimadero.

Elige unas cortinas con una bonita caída que provoquen la sensación de movimiento. Puedes elegir un visillo que deje pasar la luz, combinarlas con unos estores o colocar una doble cortina con otro tejido más oscuro, como aquí. 

Si te faltan metros, planifica muebles con varias funciones. Por ejemplo, si pones un banco en el comedor o bajo una ventana, lo mejor es que, además, cuente con almacenaje. Sacarás partido a esos metros sin que se note. Hazlo con el asiento abatible o con cajones, opciones muy cómodas para acceder a todo fácilmente. 

¿Sabías que con conjuntos con un número impar de piezas –grupos de 3, 5, 7 o 9– hacen que el ojo se vea obligado a moverse entre los objetos, y la imagen le resulte así mucho más interesante? Así que cuando decores, intenta agrupar los objetos de esta manera. La decoración será más equilibrada y fluida. 

Asegúrate de que la ubicación de los muebles no dificulta la circulación ni el acceso a puertas ni al contenido de otras piezas. Entre el sofá y la mesa de centro, por ejemplo, deja unos 40 cm. Y respeta las zonas de paso, como aquí, que se ha dejado un paso cómodo entre la librería y la butaca.

Orienta la decoración hacia las fuentes de luz. Así, en el salón ubica el estar frente al ventanal y en el dormitorio coloca la cama en paralelo a la misma. Arrima lo más voluminoso a las paredes.

Potencia la entrada de luz natural y su circulación por todos los rincones de la casa. Esta tiene la capacidad de modificar desde el color a la sensación de amplitud y calidez de las estancias. 

Abre huecos en el forjado, amplía las ventanas de cubierta u opta por tragaluces tubulares premontados, que acercan la luz a las estancias más oscuras de la casa sin apenas obras. ¿Sabías que las ventanas de tejado tipo Velux dan dos veces más de luz que una convencional?

Amplía la superficie acristalada siempre que puedas, reduce las perfilerías al mínimo –las más finas son las de aluminio, aunque no son las más sostenibles– y decántate por acabados en blanco que no interfieren la entrada de luz. Aquí, el gran ventanal se ha cerrado con correderas sin perfilería que prácticamente desaparecen dejando unas vistas nítidas.

No solo ganarás luz y comunicación visual entre espacios contiguos, sino que darás estilo y personalidad a tu casa. En este comedor, la decoradora Marta Tobella, de Sacum, ideó este gran cerramiento semiacristalado –la parte inferior es ciega para poder apoyar, por un lado, el banco y por el otro, el sofá– que regala amplitud y comunica el salón con la cocina. 

Las divisiones de espacios, además de ser funcionales, pueden ser muy decorativas, convirtiéndose en elementos destacados y diferenciales. Prueba de ella es esta celosía de lamas de madera que separa la zona de cama del baño. Además de dar intimidad a ambos espacios, las lamas dejan pasar la luz, creando atractivos juegos de luces y sombras. 

Prescinde de una puerta, tira un tabique o haz un pasaplatos. Suprime las divisiones entre estancias y ganarás continuidad entre zonas muy relacionadas como cocina y comedor o dormitorio y baño. 

Suman hasta un metro cuadrado respecto a los modelos abatibles. Adaptan el espacio según las necesidades y, si están empotradas, “desaparecen” por completo. Las vistas inhabilitan las paredes laterales.

Lo estándar desaparece y los muebles se adaptan a tus características. Así, las encimeras ganan altura, mientras que las camas personalizan colchón, almohada y somier según tus hábitos. 

Nunca pasan de moda. Blancos y neutros tienen la capacidad de reflejar y multiplicar la luz, rebajar la presencia de las piezas más voluminosas y crear ambientes acogedores. Por ello crear una caja o estructura con estos tonos siempre será un acierto y la base perfecta para jugar con los complementos y detalles para dar color y personalidad. 

A la hora de elegirlo, no te dejes llevar solo por las modas. Blancos, beiges o piedras son apuestas seguras, ya que tienen un carácter atemporal y son fáciles de combinar.

Los colores crean atmósferas e influyen en nuestro estado de ánimo. Así, si buscas relax, apuesta por tonos fríos suaves, mientras que las zonas de juegos o estudio, opta por tonalidades más vitales.

Si buscas armonía, no proyectes las estancias individualmente. Elige un estilo, unos revestimientos y una paleta base y decora toda la casa acorde con ellos introduciendo algunos matices. Aquí, la unidad del suelo de madera y la elección de un mobiliario en blanco, refuerza la sensación de unidad. 

Y quédate solo con lo básico. Evita abigarrar el espacio con un exceso de muebles auxiliares y complementos de más. Demasiados muebles empequeñecen el espacio y tienden al desorden. Aquí, en el salón se ha optado por lo imprescindible para no saturar el espacio. 

Elige los muebles de formas y tamaños proporcionales al espacio. Tan contraproducente es un sofá muy grande en un espacio pequeño como uno demasiado reducido en un ambiente amplio.

Los muebles a medida rentabilizan los metros con soluciones a la carta. De obra son más difíciles de renovar. Elige Pladur si deben soportar mucho peso y DM si buscas versatilidad. Cabecero realizado a medida con estantes y mesillas integradas. 

Un entrante entre pilares, el espacio bajo la ventana o el hueco de la escalera, como se ha hecho aquí habilitándolo como librería. No des ningún espacio por perdido y busca la solución que mejor lo aproveche en función de las necesidades de la estancia. 

Los bancos han dejado de ser cosa de comedores minis para convertirse en un aliado que da mucho juego y estilo. Además de permitir acoger a más personas, al no tener el asiento marcado, los aprovechas más y mejor, ya que felixibiliza el número de comensales. Hacen más liviano el comedor, regalan cm de paso y si los eliges con el sobre abatible, podrás incluso guardar en ellos. 

Madera maciza y piedra natural muestran en sus imperfecciones toda su belleza. Los materiales nobles son la mejor base sobre la que asentar una decoración duradera. Aquí, se han combinado dos tipos de suelo, ambos de madera. Uno tradicional de espiga y otro de lamas, más actual.

A modo de mueble o de pavimento, su superficie se alía con la luz y abre paso a la calidez. Su aspecto cambia y gana enteros con los años y admite sucesivas restauraciones.

Marcan las transiciones y tienen mucha presencia dentro de la casa. De madera, acristaladas o con cuarterones, son decorativas por sí solas, por lo que debes cuidarlas. Lacadas son la alternativa más actual.

Molduras, techos artesonados, vigas... ciertos elementos ponen una nota señorial y confieren un plus decorativo a cualquier ambiente. Recupéralos siempre que sea posible.

Manillas, rodapiés, enchufes, están allí aunque no se les preste demasiada atención. Cuídalos, porque si son de calidad revalorizan la decoración de tu casa. 

El orden es un aliado del espacio. Por ello, se recomienda calcular siempre al alza y planificar todos los armarios y las zonas de almacenaje que puedas. Aquí, se ha aprovechado la pared del cabecero con una estructura tipo puente.

Muebles sin trasera, soluciones voladas, mesas de cristal... Los muebles ligeros se alían con la amplitud y dejan paso a la luz y a las miradas, como la original mesa de centro totalmente acristalada. 

Nada es lo que parece. Opta por piezas que puedan desarrollar varias funciones y por elementos móviles que modifican fácilmente su ubicación. Sírvete de muebles bajos para delimitar espacios. Aquí, el banco y el taburete sirven de mesa de centro y de mesita auxiliar.

Un mueble de herencia, una obra de arte o una pieza de estilo, los muebles con solera personalizan cualquier decoración y se convierten en el centro de todas las miradas. Combínalos con mesura.

Definen el carácter de sofás, sillas y butacas y, por extensión, de las estancias que ocupan. Elígelas con tratamientos antimanchas y antipilling y con tejidos lisos o satinados.

En El Mueble nos gustan los sofás muy mullidos, y los cojines ayudan a lograrlo. Lo ideal es poner uno más que el número de plazas del sofá. Lo ideal es mezclar cojines de diferentes formas y tamaños. Una idea: pon los cuadrados y más grandes en los extremos, e intercala en el centro otros más pequeños rectangulares o alguno redondo. Darás sensación de orden sin que el sofá se vea rígido.

Visten tu casa, la arropan y la dotan de calidez en invierno y de frescor y de una nota más desenfadada en verano. Elígelos naturales con una buena trama y una buena caída: notarás la diferencia.

Las alfombras suman calidez a la vez que ayudan a asentar la decoración, enmarcan zonas y delimitan espacios conectados. Elígela de un tamaño proporcionado al espacio que ocupa.

Unos ventanales con cortinas lucen mejor. Sin embargo, para que no interfieran ni tiñan la luz, elígelas ligeras en tonos claros. Mejor si son lisas o con pequeños estampados y de algodón, lino o seda.

El papel pintado se impone para personalizar las paredes por su fácil aplicación y su gran efecto. Resulta muy decorativo como pared de contraste y muy práctico en estancias infantiles. Aquí se han combinado dos diseños, uno de Coordonné y otro de Laura Ashley.

Se han convertido en un must para vestir las paredes y los techos, ya sea de casas señoriales o de viviendas modernas. Las nuevas de poliuretano son ligeras, muy fáciles de instalar y económicas. Además, algunas firmas especializadas en molduras, como Orac Decor, comercializan revestimientos murales en 3D que crean texturas y relieves con los que decorar, de manera muy personal, las paredes, como el de este dormitorio, que reproduce un diseño de espiga. 

Si puedes, anexiona un balcón o incorpora una galería. Amplía las estancias ganando metros útiles al exterior. Así, sumas amplitud y claridad, además de contar con un mirador privilegiado.

A modo de mampara, panel móvil o puerta corredera, las separaciones de cristal son un paso abierto a la luz natural. Si buscas ganar intimidad, elígelo con un acabado al ácido.

Siempre que puedas, no lo dudes: panela los electrodomésticos. Sobre todo si cuentas con una cocina abierta a la zona de día, ya que es una manera de "asalonar" este espacio y dar un look visualmente más armónico e integrado. 

Cuídalo durante todo el año, no solo en verano, ya que sus colores entran en casa a través de los ventanales.

Son sustitutos del espacio y aliados de la luz y, entre otras cosas, te ayudan a multiplicar los metros, conectar las estancias visualmente y ganar profundidad. Además, resultan muy decorativos.

Los arreglos de flores ponen una nota de color a cualquier rincón y las plantas son una prolongación del exterior que atrapa la luz y juega con ella. Elige jarrones y macetas acordes con ellas.

La cama es la pieza estrella del dormitorio, por ello es clave enmarcarla con un cabecero decorativo para darle protagonismo. Los de madera son un clásico que nunca pasa de moda, aunque si buscas confort, nada como uno tapizado. Los de capitoné, como el de este dormitorio, son estilosos y siguen marcando tendencia. 

Elige la ropa de cama en la misma gama cromática y juega con las texturas para lograr un resultado más dinámico. Combina cojines de varios tamaños y opta por una colcha con buena caída.

Elige las sábanas de algodón 100 %, ya que es transpirable, regula la temperatura corporal y es más agradable al tacto. Su inconveniente son las arruga, que no tienen las telas con mezcla de poliéster.

La ropa de cama y los cojines juegan un papel crucial a la hora de hacer más apetecible la cama, como ya hemos comentado. Pero no te olvides de las mantas, plaids y edredones. Colocados a pie de cama, te ayudarán a dar movimiento y naturalidad a la cama y huir del look 'rígido' de hotel. La clave está en colocarlos de manera casual a los pies, como si los acabaras de dejar caer. Lo ideal es que cubran un tercio de
la cama y cuelgue unos cm por los lados.

Tengas un gran vestidor o tan solo un armario compartido, es básico planificarlo a la medida de tus necesidades para que sea lo más cómodo posible. Lo ideal es contar con, al menos 100 cm de armario por persona. Y en base a ello organizarlo según tus prendas. ¿Tienes más prendas para colgar que para doblar? Duplica el espacio de barras. También puedes jugar con el fondo, ya que si bien para prendas colgadas necesitas unos 60 cm de fondo, para las dobladas con unos 40-45 cm bastaría. 

Convierte tu baño en un espacio de bienestar con vocación de spa. Basta con equiparlo con una columna o bañera de hidromasaje, como se ha hecho aquí. 

Las aplicaciones domóticas y los electrodomésticos inteligentes persiguen hacerte la vida más fácil y ahorrarte tiempo. Así, los hornos se limpian solos y las lavadoras detectan el grado de suciedad.