Decorar el salón y acertar, eso sí que es un dilema. Es la estancia más vivida de la casa, la que más disfrutas y, también, la que más enseñas. Por eso, debe ser un reflejo de tus necesidades y manera de ser sin olvidarte de la estética. El objetivo es que te haga feliz y que tus invitados se sientan como en casa. ¿La fórmula secreta para lograrlo? Te ayudamos a encontrarla
Busca sus puntos fuertes
Hay salones que ya de partida tienen mucho ganado. Un techo con vigas, unas molduras en las paredes, un suelo de madera... Si los tienes estás de enhorabuena porque su sola presencia sube el nivel de tu salón. Por eso, no caigas en el error de no sacarle partido. No tapes un suelo bonito con mil alfombras, si es original púlelo y que brille. Y lo mismo con las molduras, píntalas en blanco y verás como destaca su silueta. Con una buena base, todo es más sencillo.
Abre paso a la luz
Un salón con un buen ventanal es otro regalo que no debes desperdiciar. Coloca los muebles de manera que la claridad tenga paso libre. Verás como parecerá mucho más grande. Además, al distribuir hacia el exterior también crecerá hacia afuera. Y mucho cuidado con la tela que eliges para vestir tus ventanas. Tonos claros y telas tramadas son la mejor apuesta. Y si tienes los muebles arrimados a ellas, nada de cortinas, mejor unos estores que son elegantes y más prácticos.
El sofá es el rey
En la mayoría de los salones así es. Por eso, su elección debe ser objeto de un profundo debate familiar. Con las plazas no seas rácano, siempre debe sobrar alguna más de los que sois en casa. Que tenga el grado justo de firmeza y de adaptabilidad para que sentarse no sea una guerra de cojines (para encontrar la posición adecuada). Busca un diseño que encaje en el estilo del salón y un tapizado que, o bien, se mimetice con el resto o tenga un color un poco más subido y que diga: aquí estoy yo.
Pero ojo se listo y no te pases. Busca un color más intenso pero no demasiado especial si no quieres cansarte a los cuatro días de él. Piensa que cojines y plaids ya te ayudarán a darle ese toque actual que necesita.
El salón es de todos
Aunque hablemos de salones de revista eso no quiere decir que sean de mírame y no me toques. Si tienes niños y quieres un sofá claro, no te pases el día regañándoles, con una buena funda (lavable) vivirás mucho más tranquilo. Antes de decorarlo debes pensar en todas las actividades que se desarrollan en él: leer, ver la tele, jugar, hacer los deberes, trabajar... y prever un rincón adecuado para cada una.
Y no te olvides de darle el toque final, esas pequeñas pinceladas que contarán al resto del mundo que el que habita ese salón es un viajero empedernido o un amante del fotografía. Tu salón, para ser acogedor, debe hablar de ti (y de los tuyos).