Los 6 salones más bonitos del número de octubre de la revista El Mueble: muy acogedores, con encanto y llenos de buen gusto

Los propietarios de este salón buscaban una casa que transmitiera calma, pero que a la vez tuviera mucha personalidad. Para conseguirlo, la interiorista Elena Castells pintó la pared del salón de azul cobalto para que fuera la línea conectora entre todas las estancias de la vivienda. Este conjunta con los textiles utilizados para dar calidez, así como a la imponente lámpara que acompaña al salón. 

Los propietarios de esta casa en el Pirineo tenían claro que no buscaban el típico estilo rústico dentro de las puertas de su hogar. Es una vivienda que se utiliza todo el año, por lo que Ana Ehlis, de Cado Interiores, decidió sacar el máximo partido a la piedra y a la madera para hacer aún más vivida. Así, el truco que utilizaron fue pintar la pared del sofá de 'negro Armani', nombre al color oscuro que corona el salón por ser cálido y muy rebajado, para crear contraste con el color de la piedra natural.

Este salón de Zaragoza también destaca por su luz y calidez gracias al trabajo de las interioristas de Estudio Liverner. Lo que más destaca de este es su pared frontal con armario, la cual se mimetiza con el resto de la estancia para crear almacenaje, sin sensación de ruido visual. Otro detalle que nos encanta es la utilización de los colores vivos para aportar textura y sensación hogareña en la estancia gracias a los cojines y plaids.

La interiorista Lucía Casaus y el arquitecto Alexis González de GC Studio fueron los encargados de reformar y vestir a Casa Copenhague en Marbella. Buscaron hacerlo de una forma que conservara la esencia andaluza, añadiendo un toque de modernidad. Para el salón optaron por un sofá beige de GC Studio en forma de L, presidido por la combinación de cojines de diferentes tonalidades y texturas, y por dos mesas de cristal de madera natural.

Andrea Feliu fue la interiorista encargada de darle una segunda vida al piso de un matrimonio de Barcelona. Este, medía 300 m2 y decidieron dividirlo después de que todos sus hijos se independizaran. ¿Su resultado? Un espacio luminoso y cálido con sensación de amplitud, ¡incluso contando con la mitad del espacio! Las cortinas combinan a la perfección con el sofá y butacas, así como los detalles decorativos escogidos en tonos cálidos y dorados, como el espejo, el cuadro o los cojines.

En Girona se ubica una granja en ruinas transformada a una masía tradicional catalana llena de encanto y personalidad. Sus propietarios vieron en un espacio oscuro y sin funcionalidad un gran tesoro. Gracias a la reforma completa, han creado un salón con paredes de piedra vista culminada por una gran lámpara de tejido natural. Uno de los detalles que más destacan de la vivienda es la utilización de puertas antiguas en mucha de las mesas de la casa, ¡como la del salón!