¿Tienes un pequeño gran salón? Ser minucioso en su distribución es esencial para que parezca más grande y, sobre todo, para no sentirte agobiada en él. Una estancia en la que se pasa mucho tiempo y donde recibes a la gente. Así que: planifica. Lo mejor es integrar la cocina y crear un espacio abierto. La ausencia de muros concede amplitud visual y metros reales. Como indica Ana Carbó de Haya, de Caravan Interiors, “en espacios mini es perfecto mantener toda la zona de día conectada: salón, comedor y cocina; así como no otorgar todo el protagonismo al televisor y crear pequeños rincones.”
Sobre el concepto de zona de día como espacio compartido, Ana explica que “al quitar tabiques, ganamos espacio y hoy en día la mesa de comedor casi desaparece, dejando la barra en la cocina como principal elemento. Aquí se hace pan, se estudia o simplemente, nos reunimos.”
Para Marisa Gallo, de Interiorisimo.com, la luz es un elemento a tener muy en cuenta. Recomienda prestar atención a la luz indirecta, esa que queda oculta a la vista y se dispersa en la habitación al reflejarse en el techo, suelo o pared. Junto al resto de puntos de luz que incorpores en tu pequeño salón, se evitarán las sombras, que "quitan" metros.
En un salón mini no todos los muebles tienen que serlo. Las piezas grandes -siempre con equilibrio- están permitidas porque es preferible un mueble de gran tamaño que varios más pequeños que “llenan” más. Si bien es verdad que, aunque la pieza sea grande, mejor que no tenga excesiva altura. Los frentes de cristal están más recomendados para muebles altos, siempre que seas capaz de mantener el contenido interior en perfecto orden.
8 muebles perfectos para un salón pequeño
1. Un sofá de 2-3 plazas de respaldo bajo
2. Una mesa auxiliar de espejo, con patas altas o tipo cesta
3. Una mesa de centro redonda. Despeja las zonas de paso -que en un salón pequeño suelen estar más justas- al prescindir de esquinas
4. Un mueble tipo bancada (bajo con o sin patas) para el televisor
5. Una mesa de comedor mini
6. Sillas de diseño ligero (nada de respaldo alto ni maderas oscuras y pesadas)
7. Un aparador o vitrina de poca altura
8. Objetos decorativos en su justa medida. No satures las superficies de los muebles. Adorna con piezas de cristal, por ejemplo.
Y recuerda que según el uso que hagas del comedor puedes prescindir de él para ampliar la zona de asientos o simplemente ganar metros en el salón. Si la cocina está abierta, las barras son perfectas para desayunar, comer y cenar a diario. En las ocasiones especiales, ten una mesa y sillas plegables. Con un mantel que llegue hasta el suelo nadie sospechará de que se trata de un diseño de quita y pon.