A espacios pequeños, pequeños grandes muebles. Tener un recibidor como Dios manda es posible si sabes qué muebles son los adecuados para que la entrada de tu casa sea perfecta.
Y es que cuando los metros escasean lo mejor es tener en cuenta 3 cosas:
- Sacar el máximo partido a la luz: un espacio luminoso por muy pequeño que sea se ve más diáfano y disimula su tamaño. Apuesta por el blanco y cuida la iluminación
- Distribución: en un recibidor pequeño que un mueble esté en un lugar y no en otro puede ser la clave del éxito. Estudia la planta de tu recibidor y decide qué poner y dónde.
- Juega con los efectos ópticos: por ejemplo, un espejo es un gran aliado para multiplicar los metros y que todo parezca más amplio. Poner un armario abierto en lugar de uno más tradicional o un cajón volado hará que el recibidor gane ligereza.
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