Guía con planos: cómo distribuir bien el dormitorio y acertar

Este es el plano de la suite 3 en 1 que vamos a ver en profundidad. Lo más reseñable es la corredera que da intimidad al baño y el armario que separa la zona de cama del estudio. Si integras un minidespacho en el dormitorio, será suficiente con un tablero de 100 cm de largo y unos 30-40 cm de fondo para que sea cómodo y quepa un ordenador portátil. Entre el borde de la mesa y el siguiente obstáculo debería haber unos 100 cm libres –sobre todo si la silla cuenta con ruedas–, para poder sentarte sin hacer malabarismos.

Por un lado es vestidor y, por el otro, es un mueble con zona de estar y de estudio. No llega hasta el techo y deja pasar más luz al dormitorio. Y viceversa. Si te preocupa el almacenamiento con una cama arcón ganarás un espacio extra. Apuesta también por un cabecero multiusos. Un diseño tipo murete, de Pladur o de DM, de tan solo 20 cm de fondo te servirá como repisa. Puedes integrar también las mesillas –voladas o a modo de hornacina– y empotrar los apliques.

Si tu dormitorio es pequeño apuesta por el menos es más. Esta debe ser la máxima a la hora de planificarlo. Quédate con lo básico y prioriza: qué es mejor, ¿una cama de 150 cm o tener mesillas exentas? Sitúa el armario en un rincón, aprovecha un entrante y libera el resto del espacio. Gracias a las correderas, salvarás la mesilla.

Alrededor de la cama debería quedar un paso libre de unos 60 cm para poder moverte con fluidez. En casos extremos, puedes apurar hasta los 55 cm, aunque no menos de esta medida. Para poder colocar un armario a pie de cama, y que resulte cómodo y práctico, asegúrate de que entre ambos queden al menos 60 cm. 

Si tu dormitorio mide menos de 10 m², aquí tienes una buena idea para instalar un escritorio con un tablero de 100 cm de largo y mínimo 30 cm de fondo. Reserva el espacio bajo la ventana para la mesa y pon un sofá de fondo reducido, inferior a 80 cm. 

Las puertas son una buena opción para preservar la intimidad del vestidor cuando así se desee. Además, son también un buen recurso para mantener el orden visual cuando está formado por módulos abiertos. Para escoger las correderas basta con un espacio de apenas 2 m de ancho.

Colocar el vestidor tras el cabecero proporciona mayor intimidad. En caso de decantarte por las puertas batientes, deberás dejar unos 100 cm entre ambos elementos. Un práctico banco a los pies de la cama completa y equilibra la estancia.

Para habitaciones de matrimonio lo ideal sería contar con un vestidor para cada miembro de la pareja. Esta opción resulta muy cómoda porque les permite mantener su independencia y no molestarse, por ejemplo en el caso de contar con distintos horarios laborales.

Este dormitorio con baño está distribuido en línea. Es la solución más cómoda en baños estrechos y alargados. Para que el día a día resulte cómodo y no una odisea, hay que contar con dejar un espacio entre sanitarios de al menos 20 cm.

Si se cuenta con espacio suficiente, lo más práctico es disponer de un dormitorio con baño completo y vestidor. Una opción es diseñarlo abierto al dormitorio, con lo que no está de más instalar una puerta corredera que separe el vestidor del baño. De esta manera, se evitará que la ropa coja humedad.

En este dormitorio en suite podemos comprobar que el vestidor está abierto, aunque los distintos módulos que lo componen son cerrados, mientras que al baño se accede por una práctica puerta corredera. Para facilitar el día a día a ambos miembros de la pareja, el lavamanos es doble.