7 baños y 8 cocinas de menos de 6 m2 con buenas ideas para copiar (con plano)

Este baño es pequeño pero casi perfecto. Cuenta con ducha, lavabo con mueble para guardar, inodoro y una ventana de suelo a techo que hace que se llene de luz natural. ¡Un lujo en un mini baño! La originalidad es que el murete que delimita la ducha es al mismo tiempo el soporte del lavabo. Y es que en baños pequeños hay que aprovechar cada centímetro. 

Se aprovecha un retranqueo de la planta para encastrar la bañera y que casi no se vea al entrar en este baño. Los tonos claros son un acierto para que se sienta más espacioso. Y la madera natural le da calidez. El mueble del lavabo se prolonga en la pared de la derecha y aporta mucho almacenaje. Al fondo el techo pierde altura. Este cuenta con una ventana de tejado que favorece la ventilación.

El plano de este baño pequeño muestra su distribución que saca partido a la planta algo alargada con un mueble grande adosado a la pared.

En un baño pequeño puede darse que solo haya 2 elementos (más un aseo) o 3 con ducha, inodoro y lavabo. Conviene intentar que frente a la puerta de acceso quede la zona más estética, que suele ser el frente del lavabo. El inodoro, mejor en una zona más íntima, por uso y porque no es la pieza más bonita. En este mini baño, se ha colocado el lavabo en una posición central y ducha e inodoro a cada lado.

Este baño cuenta con puerta corredera, un detalle que también concede amplitud y metros reales (al menos 1 metro cuadrado) a la estancia. En una pared se sitúa lavabo e inodoro (este queda semi oculto por el mueble) y, al fondo, la ducha. Precisamente una planta alargada favorece la ubicación de la ducha tal y como se ha hecho en este proyecto.

Al tenerla planta alargada, este baño ubica la ducha al fondo, en el mismo sentido, de manera que la parte estrecha del plato se convierte en el acceso. Al situarse la grifería en la pared, alejada de la entrada, basta con una mini mampara que evita salpicaduras, sin necesidad de cerrar el plato.

Los propietarios de este baño querían bañera para los niños y ducha para los padres. Las interioristas de Hoc Volo apostaron por esta bañera con mampara, cómoda para el uso diario, y a continuación una ducha. El mueble bajo lavabo volado ocupa menos visualmente, aunque sus cajones tienen mucho sitio de almacenaje.

Las paredes están pintadas de blanco y solo está alicatada la zona de la bañera. Además, han colgado cortinas de lino en vez de instalar armarios para ocultar la lavadora y baldas de almacenaje (junto a la puerta).

El techo inclinado y bajo en una parte del baño marca la distribución de este espacio. Los propietarios querían bañera y ducha y la arquitecta Ana Blanco optó por situar la bañera en la zona más baja y dejó la más alta para estar de pie en la ducha o frente al lavamanos. El uso del color blanco concede amplitud. Como detalle, en baños pequeños recurre a mamparas de cristal transparente que amplían visualmente los metros.

Una ducha cuadrada frente al lavabo y la bañera al fondo. Entre las vigas del tejado se abrió una ventana Velux. Cuando el baño es abuhardillado es una buena opción para ganar luz y ventilación.

Este baño estrecho es todo un ejemplo de cómo la decoración "completa" lo cambia todo y que no está reñida con la falta de metros. Tiene suelo de madera y un acogedor arrimadero; un mueble a medida que se integra a la perfección por su color y un papel pintado de Gancedo, resistente al agua, que lo personaliza por completo.

El truco para decorar esta cocina pequeña y que se sienta más amplia es abrirla en un extremo donde se ha ubicado una barra que sirve como ampliación de la zona de trabajo junto a la placa de cocción y como mesa de desayunos. ¡Y es atrevida a pesar de ser mini! Juega con frentes en negro con otros en madera y encimera en blanco.

Dos hileras de muebles en paralelo dan forma a esta cocina que cuenta con lo básico en la zona de trabajo. Gana en amplitud al abrirse en el extremo con la práctica barra que comunica con el salón. Al fondo, un espacio dedicado a lavadero y despensa concede metros para guardar a la cocina.

Abierta también en un extremo, esta cocina pequeña no lo parece al liberarse de dos de sus cuatro paredes. Los muebles se adosan en L a las dos paredes que "sobreviven" y se gana un tercer frente en el que se instala la placa de cocción y que se convierte en barra.

De nuevo, esta cocina pequeña es un ejemplo de apertura al prescindir de tabiques que la delimitan. Queda abierta aunque perfectamente delimitada por una barra con taburetes. No se renuncia al color a través de los azulejos que protegen y decoran el salpicadero o antepecho. Y sí se prescinde de muebles altos para aligerar la composición (en su lugar, se ha instalado un estante corrido).

¿Cómo conseguir que la cocina interior de un bajo tenga tanta luz? A la vista de la imagen es obvio: abriendo ventanas en los tabiques. Así lo hizo el arquitecto Roger Bellera, artífice de la reforma de esta planta baja que data del siglo XIX. Para integrar la cocina mejor con el resto del piso, no hay alicatado. Solo pintura blanca y gris, y la campana es de obra.

La distribución de cocina en 'L' es la más eficiente. Los electrodomésticos en columna liberan los huecos bajos para cajones. Y la esquina más luminosa se ha dejado para una mesa que hace las veces de office y de superficie extra de trabajo.

Esta cocina sí que se resuelve en un espacio mínimo y, sin embargo, no lo parece. La original disposición del mobiliario tiene un efecto casi mágico. En una península alargada se instalan el fregadero y la placa, con muebles y electrodomésticos entre ellos. A continuación, para rematar una forma de U, una columna con horno y microondas, un armario despensero y el frigorífico. Todo abierto y con una encimera en la península que vuela a modo de barra.

Si bien es verdad que el desahogo de esta mini cocina es el tendedero o galería ganado al fondo e integrado, lo que es el espacio de trabajo se resuelve en pocos metros en dos frentes paralelos. En uno de ellos se ubican zona de cocción y fregado y en el contrario se opta por un frente de columnas de suelo a techo y una barra. El acierto: escoger tonalidades neutras para no saturar.

Abierta al salón, esta cocina se ve nada más entrar en casa. Por eso, la interiorista Julia Casals ha evitado todo lo que recuerda a cocina: los azulejos y los electrodomésticos, que no se ven porque están panelados. La campana es uno de los electrodomésticos más "evidentes", ya que queda a la altura de la vista y ocupa mucho. Por eso aquí está incrustada en el mueble.

Esta cocina mini tiene hasta zona de office gracias a un banco corrido que se apoya en la trasera de los muebles. Recorre toda la pared y la estructura del asiento esconde unos prácticos cajones. Todo es de color blanco con el objetivo de reflejar al máximo la luz que entra y ganar sensación de espacio. Los azulejos son además brillantes, lo que refleja aún más la luz, y solo llegan hasta media altura.

Todo el piso tiene 50 m², de ahí que la cocina solo cuente con 4 m² propios, aunque dé mucha más sensación de amplitud al quedar abierta al salón. La interiorista Pia Capdevila ha exprimido cada centímetro con su distribución en 'U'.