"A mi marido y a mí nos encanta cocinar" - dice Sonia Escribano, interiorista y propietaria de esta bonita cocina-. "Nuestra anterior cocina era muy estrecha, resultaba incómoda si estábamos los dos. Así que cuando compramos esta casa teníamos claro lo que queríamos y desde el primer momento decidimos ir a IKEA, donde estuvimos apoyados de principio a fin. Una de nuestras prioridades fue integrarla en el salón: recibimos muchos amigos y al final ¡todos acaban en la cocina!; y desde ella controlo a mi hija Martina mientras está en el salón".
"Planificamos al milímetro el espacio que necesitábamos para almacenar vajillas, alimentos, utensilios, sartenes… y organizamos los interiores de cajones y módulos con los mil y un accesorios de Ikea. ¡Estamos felices con nuestra cocina!".