El dormitorio es mucho más que nuestro particular templo de descanso. En él, dormimos, desconectamos, nos relajamos, leemos, escuchamos música, le dedicamos unos minutos a nuestro hobbie preferido... Por todo ello, ¡bien se merece que cuidemos al máximo su decoración! Es cierto que, a diferencia del salón –que es la estancia social por excelencia–, el dormitorio es una de las más íntimas. Pero que no esté expuesta a visitas no significa que tengamos que descuidar su decoración. No se trata de abigarrar el espacio, sino de convertir esas cuatro paredes en un refugio de bienestar en el que te sientas a gusto.

Dime cómo eres...

...y te diré cómo debe ser tu dormitorio ideal. No existen recetas infalibles y a gusto de todos los paladares, porque la clave para acertar a la hora de decorar tu dormitorio pasa por ti. ¿Vas a usarlo solo para dormir? ¿Eres un apasionado de la lectura y antes de acostarte siempre lees un rato? ¿Eres un fashion victim y necesitas tener un gran armario? Según los usos que quieras darle a tu dormitorio, deberás planificarlo de una u otra manera.

Para lirones

Si para ti el dormitorio es solo para dormir, aprovecha para planificar una cama XL (las hay de 200 x 200 cm). Mientras tengas espacio suficiente para el armario y para moverte sin problemas, no necesitas más. A modo orientativo, lo ideal es que entre el ropero y la cama haya unos 100 cm libres, y alrededor de la cama deberías poder contar con unos 60 cm. Respetando estas medidas te garantizas un paso cómodo.

Para lectores voraces

Si sueles leer antes de acostarte, no hay nada mejor que contar con una butaca con su reposapiés o una chaiselongue en un rincón del dormitorio. Si no tienes el espacio suficiente, convierte tu cama en tu butaca perfecta. Para ello, lo mejor es elegir un cabecero tapizado y mullido, así te garantizas un apoyo cómodo. Tus lumbares y cervicales lo agradecerán.

Para fashion victims

Si la ropa te echa literalmente del dormitorio, valora dedicarle el máximo de espacio al armario (o a soluciones para guardar), aunque sea a costa de la cama. Sí, lo más cómodo es apostar por una cama de 150 cm o más, pero las hay a partir de 135 cm.

Decóralo a tu gusto

¿Verdad que es TU dormitorio? Entonces no te cortes y decóralo a tu gusto. ¿Eres un cinéfilo empedernido? Enmarca algunos carteles de pelis clásicas o tus films preferidos y convierte tu dormitorio en tu sala de cine privada. ¿Lo tuyo es lo minimalista? Apuesta por las piezas justas y cuanto más neutras mejor y dale el punto de color con la ropa de cama. ¿El estilo nórdico te ha cautivado? Ya lo sabes: maderas claras o decapadas, paredes blancas, texturas naturales, fibras, detalles handmade... Tú eliges cómo quieres que sea.

Los detalles cuentan (y mucho)

Pocas cosas hablan tanto de uno mismo (o de su casa) como los pequeños detalles. Una composición de fotos o cuadros, un espejo recuperado, un plaid de crochet DIY a pie de cama, una lámpara de diseño, un pequeño bouquet de flores de temporada en la mesita de noche... Cuida los detalles y ellos cuidarán de ti, creando una atmósfera vivida, personal y acogedora.

Y ahora que ya has encontrado la inspiración para decorar tu dormitorio, encuéntrala también para decorar el resto de la casa. Por ejemplo, con esta galería con los 100 mejores salones de El Mueble. Toma buen asiento y buena nota de todas las ideas para decorar tu salón ideal.