El cabecero es uno de los elementos de la decoración del dormitorio que más ha evolucionado en los últimos dos o tres años. “Hasta hace poco los cabeceros eran ‘sota, caballo, rey’: de madera o tapizados y en tamaños y formas poco variados”, comenta la interiorista Pilar Molina, de Masfotogénica Interiorismo. Lo que está pasando ahora es “que se han roto las reglas y, básicamente, a cualquier cosa que revista la pared tras la cama se le puede llamar cabecero”, continúa. Como en muchos otros aspectos de la decoración, quizá lo importante al elegirlo es no ceñirse a reglas estrictas, ser original y dejarse guiar por lo que a uno más le apetezca. Exento o integrado, también te contamos algunos detalles a los que deberías prestar atención.