Cómo reformar el baño sin quitar los azulejos

Reformar el baño sin cambiar azulejos pasa por cubrirlos con baldosas adhesivas vinílicas. Estas se cortan con cúter y se colocan sobre la pared. Solo hay que limpiar bien la superficie, retirar el papel protector que trae la pieza y pegar. Encontrarás diseños que imitan a la perfección desde azulejos con juntas tipo Metro o hidráulico hasta piezas rectificadas o imitación cemento.

La mayoría de los revestimientos vinílicos soportan la humedad, pero asegúrate de que el modelo que elijas tiene esta condición, porque esto hará que puedas instalarlo en la zona de la ducha. ¿Te imaginas cómo quedará el ambiente sin esos azulejos que tan poco te gustan?

¿Cómo cambiar los azulejos del baño sin obras? Pues cubriéndolos con papel pintado. Para ello, debes igualar la pared si los azulejos tienen juntas y hay dos maneras de hacerlo: aplicando una pasta que iguala la superfice o fijando placas de cartón yeso sobre las paredes para después empapelar.

Para reformar el baño sin obras la idea de pintar azulejos es de las primeras que se nos vienen a la cabeza (aunque no la única como hemos visto). Es un trabajo minucioso pero con resultados estupendos. Hay que limpiar bien la superfice y aplicar una mano de imprimación. También respetar los tiempos de secado y pintar con una pintura específica como la de la línea Versante de Chalk Paint, específica para pintar azulejos.

¿Te lo imaginas? Pues aunque aún no es una realidad, queda poco para ello. Hemos visto este sistema ya en algunas ferias de revestimientos: azulejos que se instalan sobre una superficie similar al velcro, de manera que resulta muy fácil renovar con el tiempo. Llegará…

Una de las ideas para reformar el baño sin quitar los azulejos pasa por mirar al suelo. ¡Cámbialo! Solo tienes que instalar sobre el que ya tienes y que tan poco te gusta un pavimento vinílico adhesivo o de instalación en clic o bien una tarima laminada que soporte la humedad. Dos opciones que puedes hacer tú mismo sin quitar ni los sanitarios ni el mueble.

Reformar sin cambiar los azulejos y sin obras es posible si te animas a renovar el mueble principal, el del lavabo. Para ello puedes pintar el que tienes o forrarlo con vinilo adhesivo. Los hay que imitan superficies espejadas, metalizadas, madera e, incluso, mármol. Lo mejor será que desmontes puertas y frentes de cajones para forarlos cómodamente. También puedes añadirle patas o tiradores.

Aunque sea de diseño retro porque encaja con el estilo de tu cuarto de baño, pero una grifería a la última renovará el conjunto por completo. Ahora ya no solo se llevan en acabado cromo. ¡Lo más son los grifos en color negro! Fíjate en el diámetro y la altura que necesitas.

Lámparas y espejo. Con ellos también reformarás sin obras. Su actualización se nota. Focos, apliques o lámpara colgante. Si tienes falso techo, podrás sacar un nuevo punto de luz en una esquina para crear una solución como esta. Y, por supuesto, renueva el espejo. No pasará inadvertido.

Toalleros, dosificador de jabón, vaso… hazte con un kit completo de nuevos accesorios de baño. Una idea de estilista: agrupa sobre una bandeja junto al lavabo lo que más uses junto a un pequeño arreglo de flores.

¿Qué es una reforma del baño sin toallas nuevas? Como un jardín sin flores. Es ya el último gesto para lucir un baño actualizado y como a ti te gusta. Basta un par de juegos completos, para tener de quita y pon.