Los 25 mejores SALONES de la interiorista Pia Capdevila: con ideas estilosas e ingeniosas para aprovechar el espacio

La decoradora Pia Capdevila ha aprovechado al máximo esta buhardilla con un gran mueble bajo a medida en L, que suma mucho almacenaje sin recargar el espacio. Para darle más altura visual la decoradora ha revestido la pared frontal con un papel pintado a franjas verticales, que regala más altura visual. Los doble estores se adaptan a la inclinación de los techos y en dos colores, suman calidez.

Se puede ser moderno sin renunciar a la calidez. Y esto es lo que ha hecho en este salón la interiorista Pia Capdevila, que ha apostado por una base muy clarita que unifica paredes, techos e incluso las piezas tapizadas. Y le ha dado calidez y encanto con una pared panelada de lamas de roble, la mesa de centro y las puertas de los armarios del mueble bajo que flanquea la chimenea.

La clave de este salón es el gran mueble librería a medida, que sirve de mueble del salón, de librería y de separador con el recibidor y la zona de dormitorios. Precisamente, para que llegue la luz del salón al recibidor, la decoradora ha combinado partes ciegas, como la que integra el mueble de la tele y los armarios bajos, con otras abiertas, para que la luz fluya. Un gran sofá rinconero aprovecha al máximo el espacio y, arrimado al perímetro, no pesa visualmente.

La librería es la protagonista de este salón abuhardillado planificado por la interiorista Pia Capdevila. Diseñada en DM en blanco, contrasta con la trasera alistonada en un suave gris. La gracia es la combinación de estantes de diferentes alturas, creando un efecto más dinámico y moderno. Se ha aprovechado la parte inferior con armarios, muy prácticos para mantener en orden el salón. Un par de butacas gemelas, en blanco, complementan el estar.

Este salón se encuentra en un piso pequeño de 70m2 que había que exprimir al máximo. ¡Con esa librería a medida Pia Capdevila cumplió con su misión! Es la pieza destacada del salón: tiene poca profundidad, estantes y puertas para guardar, y llega hasta el techo. Gracias a la mezcla de blanco y madera resulta luminosa y da un aire cálido al salón, amueblado con un sofá gris clarito y otra pieza con ingenio: un banco a medida que tiene cajones y se prolonga en una mesa para el comedor. ¡Esto sí es practicidad!

Cuando Pia llegó a este salón rústico se encontró con una base preciosa: techo abovedado, suelo de barro, paredes de piedra y una gran puerta de madera y cristal que era la antigua entrada a las cuadras. ¿Qué hizo? Llenar el salón de encanto y calidez con muebles de madera y fibras, cortinas de lino y una gran alfombra que contrarresta la frialdad del suelo. Los cojines en tonos verde y tierra, los cuadros con pinceladas azules y los jarrones de cerámica con ramas verdes son los detalles finales.

La planta alargada de este piso marcó la distribución del salón. Un espacio de lo más luminoso gracias al ventanal que se encuentra al fondo. Para que hubiese proporción, Pia colocó un gran sofá de seis plazas (blanco, para no entorpecer el paso de la luz) y enfrente diseñó un mueble a medida que cumple varias funciones: "Incluye una librería abierta con espacios cerrados en la zona inferior, un hueco amplio para el televisor y un escritorio como zona de trabajo", explica la interiorista. Con una chaise longue encuadró la zona de estar y puso dos mesas de centro de madera que dan buen apoyo.

Este es uno de los proyectos más especiales de Pia Capdevila porque está nada más y nada menos que ¡en París! Y los ventanales con cuarterones y altos techos del salón nos dan buena pista de que se trata de una vivienda centenaria. Para contrarrestar ese clasicismo, la interiorista jugó con una decoración actual a base de líneas rectas: un par de sofás gris oscuro, una mesa de centro negra con patas de metal, unas atrevidas pero elegantes cortinas de terciopelo con faldón... El toque de calidez lo ponen los pufs tapizados y las mesas auxiliares y lámparas de sobremesa de madera. ¡Ha quedado espectacular! 

Y por eso es tan luminoso, limpio y acogedor. ¡Parece más amplio! Los sofás blancos casi se funden con las paredes, mientras los estores paqueto resultan ligeros y elegantes. Pero vamos a centrarnos en los muebles de obra, porque son la gran clave de este salón. Detrás del sofá principal la interiorista diseñó una librería blanca que se extiende hacia el comedor y llega hasta la cocina. ¡No se desperdicia ni un cm! Delante del sofá hay otro mueble interesante: es de madera y es una prolongación de la escalera que tiene puertas y espacio para el televisor. ¡Wow! El resultado es un salón atemporal con muchos rincones prácticos.

Relajado, rústico, pero actual, muy capaz e invitador, para pasar tiempo en familia y con los amigos. Así es como quería la interiorista Pia Capdevila el salón de su casa de veraneo. ¡Dicho y hecho! La chimenea se conservó y al resto le dio un cambio radical pero conservando su esencia de casa de campo. En el sofá con chaiselongue tienen espacio para reunirse todos. Con la alfombra de fibras y los muebles de madera maciza, ¡da gusto!

La decoradora Pia Capdevila regaló más luz, amplitud y confort a este salón con la reforma de esta casa. La luz llegó por partida doble: de la cocina, que se abrió al estar, y del nuevo pavimento –el anterior era oscuro y se comía mucha claridad–. Dos sofás en L ofrecen las plazas de asiento necesarias para que familia y amigos puedan sentirse cómodos. 

La decoradora Pia Capdevila se enfrentó al reto de los cm con la reforma de este piso. Era de obra nueva, pero la distribución era "anticuada" y no se le sacaba partido al espacio, empezando por el salón. Pia unificó la zona de día y, con ello, logró un salón más esponjado, amplio y al que no le falta de nada. Un gran sofá rinconero, hecho a medida, se adapta como un guante al espacio, y una librería de punta a punta ofrece espacio de almacenaje y oculta los radiadores. 

Cómodo, amplio, luminoso, atemporal, abierto al exterior... El salón de esta casa en las afueras de Barcelona es todo esto ¡y más! La decoradora Pia Capdevila apostó por una decoración neutra inmune al paso del tiempo, y organizó el espacio con un gran sofá que sirve de separación con el rincón de estudio y la cocina. Y, para que nada interfiriera con la luz, completó el estar con una chaiselongue. 

Así es este salón, que la decoradora Pia Capdevila decoró con una base en blanco, para destacar las espectaculares vistas de las que disfruta, pero con toques de azul, un guiño al mar tan próximo. Maderas lavadas y envejecidas, fibras naturales y piezas personales, como la mesa de centro o las confortables butacas, se imponen en un salón tan sereno y acogedor como personal. ¡No te pierdas el resto de la casa!

Disfrutar de espacios más cómodos en los que poder recibir a amigos y familiares. Esta fue la clave de la reforma de esta casa. Y buen ejemplo de ello es este salón, que la decoradora Pia Capdevila planificó con un completo sofá rinconera que regala muchas plazas de asiento y, a la vez, recoge el espacio entorno la chimenea. ¡Qué acogedor! 

Cuando la decoradora Pia Capdevila visitó por primera vez este piso se encontró con una vivienda compartimentada, oscura y desaprovechada. ¡Y eso que tenía tan solo 50 m²! ¿La solución? Derribar tabiques y eliminar mini habitaciones, empezando por el salón, que con la reforma ha ganado amplitud al anexionarlo con el comedor y la cocina. Conservar y restaurar los elementos originales, como el mosaico hidráulico o el techo abovedado han ayudado a sumar personalidad. 

No hay duda: en este salón el protagonista es el sofá, una pieza que aprovecha el rincón y, además, integra un módulo chaiselongue. Puffs y mesas auxiliares, que dan mucho juego a la hora de organizar la tertulia, completan un salón decorado por Pia Capdevila. 

Ese fue el gran reto con el que se enfrentó la decoradora Pia Capdevila a la hora de decorar este piso: aprovechar todos los muebles que ella misma había diseñado para la anterior casa de los propietarios. ¡Y lo logró! Los sofás se colocaron en L para delimitar visualmente el espacio del estar del comedor y las butacas, que antes creaban un rincón de lectura, ahora ayudan a cerrar el salón. ¡Incluso las cortinas son las mismas!