10 salones pequeños y grandes en todos los estilos que deberías ver antes de que llegue el invierno 2024-2025 para inspirar el tuyo

El gris es un color que acoge, que genera serenidad y encaja perfectamente en esta época del año, pero ¡ojo con los excesos! Para evitar caer en la monotonía, utiliza diferentes tonos y texturas de esta misma gama. Fíjate en este salón, con un enorme sofá esquinero a medida en gris plomo y una alfombra con textura mucho más clarita y luminosa, a tono con las paredes. Las cortinas de lino crudo, los accesorios en madera y fibras naturales... crean una atmósfera única. ¿Un truco? Esta paleta cromática va bien con casi todos los colores, pero los mostazas y los ocres son tonos de transición que quedan especialmente cuando queremos despedirnos del verano e ir ambientando la casa de cara al invierno, dando esa pátina cálida que tanto esperamos del otoño.

Muchas veces, el mejor lienzo para decorar el salón está ahí fuera. Por eso, nada mejor que una enorme cristalera para dejar entrar el otoño, con su encanto y sus colores, en nuestro salón. Aquí, un gran ventanal nos abre a la vida de la Cerdaña, multiplica la luz natural de esta estancia y resalta las diferentes texturas que la componen: la alfombra de sisal, el lino de los pufs, las cortinas gruesas y los cojines... Una chimenea con una buena embocadura y la leña a la vista siempre dan ese punto de hogar que necesitamos en otoño, y más si está revestida con un papel pintado efecto piel con la que se gana personalidad.

No solo con tonos neutros se consiguen espacios acogedores y calentitos. Derribemos ese mito apostando por el tono revelación del año: el verde. La decoradora Jeanette Trensig lo adapta al otoño apostando por un verde inglés que da uniformidad al ambiente, ya que ha pintado la zona de la chimenea y la librería de este mismo tono, tan lúdico como recogido. Es una buena manera de iniciarse en los juegos cromáticos si no tienes mucha experiencia en lidiar con los tonos potentes.

La chimenea es inherente a la temporada otoño-invierno. Aunque aún sea pronto para encenderla, su sola presencia ya nos traslada a la nueva estación. Si quieres comenzar a darle protagonismo no olvides decorarla como se merece: puedes apoyar un cuadro, un espejo con marco de madera o dorado envejecido, puedes encender velas en su embocadura o en la repisa, añadir un jarrón con flores con los tonos del otoño... Para ello, las chimeneas clásicas con repisa con las más adecuadas. Y es que, tras unos años donde ha reinado el minimalismo absoluto, se vuelve a poner el foco en otro tipo de estilos más trabajados al detalle. Lo vemos en este salón en tonos tostados, donde esta chimenea afrancesada y la cómoda de tintes clásicos con tiradores de latón son las grandes protagonistas.

Con un simple cambio de tejidos ya podemos dejar atrás el verano y adentrarnos de pleno en la nueva temporada. Sustituir los cojines de lino y los plaids finitos por cojines de pelo largo y mantitas de lana o mohair es la manera más fácil de dar la bienvenida al otoño en nuestro salón. Dan un plus de calidez sin esfuerzo y añaden textura y volumen al sofá. Fíjate cómo en este salón han adaptado al otoño las butaquitas de fibras naturales del verano tan solo cubriéndolas con unas mantitas de pelo largo por encima. Cuando ya te rindes al frío, abrazar las texturas más explícitas es un placer.

Es cierto que los sofás de tonos neutros son siempre un acierto a la hora de decorar un salón, sobre todo en época estival. Pero no hay por qué renunciar a ellos cuando bajan las temperaturas, sino que hay que sacar de ellos todo su potencial. ¿Cómo? con piezas auxiliares de madera, con una buena alfombra de lana con textura gustosa, con cestos de fibras con presencia para dejar la leña o las mantitas... Todo ello alrededor, ayuda a matizar su efecto. Cierto es que en este salón, también ayuda mucho el papel pintado de la pared con acabado texturado y ese divertido detalle hilvanado.

Los cojines son imprescindibles todo el año, pero en esta época es cuando más nos apetece estar en el sofá y acurrucarnos sobre ellos. ¡Nunca son suficientes! Una forma de adaptaros al otoño es cambiar las fundas por otras en tonos arena, caldero o mostazas oscuros. Tampoco están de más los puffs de grandes dimensiones para tumbarse sobre ellos o a modo de asientos extra para cuando vengan invitados. En este salón se han tapizado de piel, un detalle que también ayuda a mantener la calidez, al igual que la pared panelada en madera. ¡Qué buen combo!

Aunque las lámparas minimalistas con acabados metalizados, como las lámparas seta que propone Zara Home para este otoño, son súper tendencia, la realidad es que la luz tamizada que proporcionan las lámparas de mesa clásicas con pantallas textiles son inigualables para crear un ambiente cálido y relajado. La luz tiene un gran efecto en la sensación de recogimiento de una casa y estas pantallas tiene la capacidad de matizar esa luz, por potente que sea. Cambiando las pantallas de las lámparas de sobremesa por otras de telas más tupidas, con textura o en tonos más apagados conseguirás ese efecto.