Ventanas de PVC: todo lo que debes saber sobre ellas. ¡Y con precios!

Las ventanas de PVC son de las más demandadas. Tienen excelentes propiedades aislantes (ofrece un buen aislamiento térmico y acústico, también de entrada de contaminación exterior) y de seguridad (algunos perfiles de PVC incorporan refuerzo interior de acero galvanizado, siempre acompañados de los herrajes adecuados). Una ventana de PVC con un buen acristalamiento reduce las pérdidas de energía hasta en un 70%, según datos del IDAE.

Tienen una larga vida útil (alrededor de 50 años) y no precisan de mantenimiento. Los perfiles se limpian con un paño húmedo y jabón o productos específicos para PVC. Siempre hay que analizar todos los aspectos que intervienen porque en la elección hay que valorar el cómputo total de prestaciones. Y no olvidar el tipo de vivienda en la que se instalará la ventana, su orientación y la climatología.

Sean cuales sean tus necesidades, las ventanas de PVC se adaptan a cualquier hueco a cubrir. Se fabrican a medida para encajar en forma y tamaño y con variedad para escoger el acabado visto (colores lisos, metalizados, efecto madera…), incluso, pudiendo escoger dos colores, uno por la cara interior y otro por la exterior. "En cuanto al acabado o tipos de extrusionado de los perfiles, con el aluminio se pueden conseguir formas y perfiles más minimalistas que con el PVC, ya que, aunque cada día hay más fabricantes de PVC que van introduciendo más acabados, la resistencia física del aluminio permite perfilería bastante más discreta en tamaños considerables", aportan desde Dos Design. En Kömmerling cuentan con una gama de 76 colores foliados y más de 210 opciones de acabados. "Esta amplia gama de soluciones en tonalidades y texturas hace que sea fácil poder cubrir las principales demandas de los usuarios en esta materia, desde los más clásicos y rústicos, a aquellos que buscan un tono más moderno e industrial", asevera la marca.

El PVC se puede acabar en el color que se desee (incluyendo acabados efecto madera). En el caso del aluminio, se laca al horno y en el caso del PVC, se pinta con pintura especial (como los coches). Concretamente, van foliadas (se aplica una lámina de color sobre el perfil base que permite acabados realistas). Respecto a los precios, en el aluminio si te sales del blanco, suele subir entre un 15% y un 25% dependiendo de si es color sólido o no y de la cantidad a lacar. Y en el caso del PVC el incremento está alrededor del 20-25%. "En ambos casos, el efecto madera, o que el marco sea bicolor (blanco por dentro y verde por fuera, por ejemplo) se cotiza en concreto", explica Javier Pardo como portavoz de Dos Design.

Contamos con los dos puntos de vista de dos expertos consultados. Por un lado, desde la empresa de reformas Dos Desing, exponen que "es por el balance favorable entre coste y prestaciones con respecto al aluminio. El PVC tiene una transmitancia de temperatura mucho más favorable que el aluminio, y con los precios actuales del aluminio, se hace mucho más recomendable el PVC, a no ser que por las características de la ventana no se pueda".

"Desde hace varios años, el PVC es el material preferido entre los particulares que deciden cambiar las ventanas de su hogar. Una tendencia que se ha visto incrementada desde que llegó la pandemia y nos obligó a pasar mucho más tiempo en casa", señalan por otra parte los expertos en ventanas de Kömmerling. El PVC es una opción favorable para el usuario "por su relación calidad, prestaciones y precio", añaden.

"Con las calidades de hoy en día, a mismo nivel de acabados, siempre va a dar mejores prestaciones el PVC, y en cuanto a durabilidad y/o desgaste, el PVC que se utiliza hoy en día, ya no es como antes, que perdía color y/o amarilleaba con el tiempo", detalla Javier Pardo, responsable de operaciones de Dos Design.

"El PVC dará mejores prestaciones, ya que es una condición física del material, no es un material conductor. De igual manera, el aluminio trasmite térmicamente simplemente porque es una característica física del material, pues se trata de un metal. Para que el aluminio aporte dichas prestaciones debe ser tratado para añadirle una pieza que actúe haciendo la conocida como rotura de puente térmico", matizan desde Kömmerling.

Entre las principales ventajas de las ventanas de PVC podemos destacar sus excelentes propiedades en cuanto a aislamiento térmico y acústico, "el PVC ofrece el mejor aislamiento térmico y acústico debido a su naturaleza no conductora, cosa que se ve reflejada en ahorro energético y económico de los hogares.  La seguridad es otro de los requisitos que cubrimos en Kömmerling con margen: nuestros cerramientos mejoran la seguridad de las viviendas, ya que los perfiles que incorporan un refuerzo interior de acero galvanizado que los hace muy resistentes a los golpes", explican desde la marca.

"Las ventanas intervienen en el comportamiento energético de un edificio, influyendo directamente en sus ganancias y pérdidas energéticas. La elección de las carpinterías influirá en los valores de eficiencia energética obtenidos y, por eso, en certificaciones energéticas como Passivhaus, las ventanas son uno de los cinco principios básicos a tener en cuenta", detallan desde Kömmerling. "Cambiar las viejas ventanas, que en España normalmente son de aluminio sin rotura de puente térmico (ventanas muy básicas, despilfarradoras de energía) por unas de PVC con vidrio bajo emisivo, ayudará a mejorar notablemente el aislamiento térmico de nuestra vivienda", aseguran. No hay que olvidar el cajón de persiana. "Si no se realiza una buena instalación y se escoge un producto de calidad, se pueden producir infiltraciones de aire. Pérdidas de hermeticidad que perjudicarían directamente a las buenas prestaciones alcanzas por la ventana", suman los expertos en ventanas consultados. En Kömmerling encontrarás cajones diseñados especialmente para evitar infiltraciones y mantener los valores conseguidos por los cerramientos.

Vamos con los datos. Una ventana oscilobatiente 100 x 120 cm en PVC con perfil de 70 mm y doble acristalamiento de 4 mm bajo emisivo, cámara de 16 mm con gas Argón, y 4 mm tiene un precio de 325 €. En el caso de una puerta de paso oscilobatiente en 140 x 220 cm con persiana de lamas de aluminio, perfil de 140 mm, y doble acristalamiento de 4 mm bajo emisivo, cámara de 16 mm con gas Argón, y 4mm, cuesta 964 € también en PVC.

Para comparar los precios, para las mismas medidas pero realizadas en aluminio, una ventana oscilobatiente con persiana de lamas de aluminio, perfil de 120 mm y 2 hojas oscilobatientes de doble acristalamiento de 4 mm, cámara de 8 mm y 4 mm en marca Climalit costaría 485 €. Una puerta oscilobatiente con persiana de lamas de aluminio, perfil de 120 mm y 2 hojas oscilobatientes de doble acristalamiento de 4 mm, cámara de 8 mm y 4 mm en marca Climalit, 697 €.

Los precios que acabamos de ver son para una instalación estándar en la que no se dan premisas específicas. "Pero si es una zona con mucho ruido o frío, ya se estudia y se recomienda un acristalamiento más específico. También dependiendo del proyecto, recomendamos aluminio o PVC, porque en muchos casos, cuando se quiere que sean correderas por tema de espacio, estamos limitados al aluminio. O en grandes ventanales donde las estructuras que aguantan esos pesos de acristalamiento son de aluminio", explican desde Dos Design.

Hay modelos de aluminio más caros que otros de PVC, y viceversa. Ni todo el aluminio es igual, ni todo el PVC es igual. Hay que informarse sobre las diferentes marcas, opciones y garantías que ofrecen. "El precio dependerá de las prestaciones de cada ventana. Cuanto mayor aislamiento, estanqueidad, etc., mayor será su precio", recuerdan en Kömmerling. Una ventana es una inversión a largo plazo que repercute directamente en los consumos de calefacción y aire acondicionado. Ellos indican que una ventana estándar de dos hojas de 130 x 130 cm puede costar en un rango de entre 600-900 €. A esto hay que sumarle el coste de la instalación, que varía en función del número de ventanas a instalar y del tipo de instalación que sea necesario; por ejemplo, si la antigua ventana no contase con un premarco y requiere de trabajos de albañilería, etc.

El vidrio puede cubrir fácilmente el 15% del precio de la ventana.Un vidrio básico frente a un vidrio con tratamiento térmico y acústico puede tener una diferencia del 30%, lo que haría que la ventana se incremente en un 4,5% en precio. Recuerda que con los acabados en color ocurre algo parecido, ya que puede afectar en un 10%. "Teniendo en cuenta que la vida útil es más de 30 años, se antoja ridículo no optar a la terminación deseada por ese diferencial", explican desde Kömmerling.

Ahora mismo están disponibles en la mayoría de las Comunidades Autónomas convocatorias para las subvenciones europeas de los Fondos Next Generation, entre las que se incluye el cambio de ventanas y con las que se puede alcanzar hasta un 52% de subvención. Ayudas a las que acogerse siempre que las nuevas ventanas que se instalen mejoren la eficiencia energética de la vivienda. En la web de Kömmerling puedes encontrar información sobre los planes activos en cada comunidad con sus requisitos.