¿Tu casa no tiene armonía? Sigue estos 16 consejos de experta para crear un hogar sereno y equilibrado

El orden transmite tranquilidad emocional y bienestar. Así que aunque el concepto pueda parecer intangible, lo es y bastante. Porque se puede ver y sentir. Orden es que cada cosa esté en su sitio, pero bien colocada. Orden es despejar los espacios y dejar a la vista lo imprescindible y decorativo. Por este punto se empieza a notar la armonía en un ambiente.

Porque una cosa es el orden que acabamos de mencionar y otra el ruido visual. Esto significa que no solo una estancia debe estar bien organizada y recogida, sino que debes evitar que haya muchos elementos que saturen o estresen a la vista. La armonía se logra con un conjunto equilibrado de lo que se percibe a través de todos los sentidos, y este hace referencia a la vista.

Y ligado con el ruido visual, debes saber que las formas que percibes en los objetos decorativos y muebles que forman el interiorismo de una estancia hacen que sientas más o menos equilibrio. Y que te lleguen esas imágenes con calma o de manera más agresiva. ¿Buscamos armonía? Suaviza los cantos y las esquinas, redondea, juega con las curvas…

Otra de las claves para lograr una casa armoniosa con ese equilibrio tan necesario que provoca bienestar es que haya unidad en todas las estancias en lo que a colores se refiere. Una paleta cromática que se repita en todos los ambientes, al menos en su base o esencia, aunque se introduzcan pinceladas concretas que no destaquen demasiado aunque sí personalicen.

Notarás que la casa se llena de armonía si mientras paseas por las distintas habitaciones sientes también un sentido lógico en lo que a estilos decorativos se refiere. Si cada ambiente responde a uno, no estará favoreciendo la unidad. Unidad que significa equilibrio y equilibrio que se transforma en armonía. Así que decide qué tendencia te gusta y llévala por toda la casa.

Orden y limpieza te ayudarán a lograr el objetivo de una casa en armonía. Limpieza que se ve. Tejidos sin manchas, superficies sin estampados, cristales resplandecientes. Hay que limpiar y mantener la casa limpia siguiendo buenos trucos de limpieza. ¡Las manchas no juegan a favor de la armonía!

Limpiar sin ventilar es como dejarse parte de la tarea sin hacer. La sensación que percibes en una casa sin ventilar es de aire viciado, sucio. Así que para una casa en armonía, el ambiente ha de sentirse limpio y respirar aire renovado, nada viciado y sin olores. Abre las ventanas. Es otro gesto que suma para lograr el top de armonía en una casa.

Deja que floten en el ambiente notas confortables y personales con las que aromatizar la casa. No intensas, mejor sutiles y sugestivas. En una zona de paso es aconsejable usar ambientadores tipo mikado. En el salón, mejor velas. Puedes personalizar el tipo de aroma en función de la estancia. Si huele bien y de forma agradable, la armonía también flota en el aire. Haz que tu casa huela siempre a limpio.

Porque de nada servirá limpiar y organizar si la casa tiene desconchones, marcas de humedad, una puerta descolgada, un cristal roto… La casa tiene que estar cuidada. Es el hogar y se merece estar siempre a punto. Además, las cosas rotas no sirven y eso, según el Feng Shui, afecta a las energías que tiene un espacio. Si crees, en ellas, con más razón, debes cambiar ya esa baldosa rota por una nueva.

Por lo general, un televisor es un gran rectángulo negro en el salón. Así que es una buena idea ocultarlo en un mueble que no deje verlo cuando no se usa. Tras unas puertas correderas o escamoteables, por ejemplo. También hay modelos de televisores que quedan totalmente pegados a la pared y en los que se pueden proyectar obras de arte, para que de esta forma no resulten tan agresivos.

Distribuye el mobiliario con sentido en la casa. No entorpezcas los pasos, no crees barreras con muebles de gran tamaño delante de las ventanas, no satures, favorece la comunicación y el compartir a través de la ubicación de los muebles.

Como las plantas, que tienen un gran poder para conectarnos con la naturaleza. Esta nos provoca paz y armonía. Así que son un reflejo de estas sensaciones. Pero las plantas siempre tienen que estar en buen estado, sanas y cuidadas, porque ver una planta marchita, seca o enferma, provoca las sensaciones contrarias a las que buscamos.

En mayor o menos cantidad en función del estilo decorativo que quieras lograr, pero decorar con materiales nobles como la madera o la piedra suman armonía. Son naturales y tienes la posibilidad de jugar con ellos en acabados más actuales y pulidos, o más rugosos y rústicos.

Si bien es cierto que eso o lo tiene o no lo tiene la casa, la luminosidad de un espacio crea armonía. Sentirlo luminoso es perfecto para que nos atraiga y envuelva. Así que potencia esa luz. Y si sientes que le falta… ¡Tienes que poner en práctica trucos para llenar de luminosidad una habitación oscura!

Que se sienta abrigado y confortable en cuanto a los sonidos. Que se oiga bien una canción, una conversación, sin ruidos del exterior. Ese confort acústico suma y se logra con un buen aislamiento, con paredes que no están completamente desnudas y lisas en las que rebota el sonido y con la incorporación de textiles.

Las casas hay que mantenerlas en buen estado porque con el paso del tiempo se deterioran. Hay que cuidarlas. Y también actualizarlas a las tendencias, que se sienta que la casa evoluciona con sus habitantes, que se adapta a ellos y no que permanece estática o anclada en el pasado. Esa evolución resulta armónica.