Secretos de la revista El Mueble: las 16 razones para decorar tu casa con colores neutros ¡y triunfar!

Nos lo demuestran todos los meses los interioristas de El Mueble en sus proyectos: los colores neutros son la base de cualquier decoración al combinar perfectamente con el resto de colores. En este salón, Cado Interiors ha combinado con maestría blancos, beiges y grises.

Blanco y gris, nadie como ellos para captar la luz y distribuirla de forma uniforme. Sobre el lienzo blanco de este salón se han dispuesto un sofá y una alfombra en un suave color gris que logran atrapar el chorro de luz que entra por el ventanal y llevarla hasta el recibidor. Piezas de madera y fibra equilibran la temperatura ambiente.

Es lo que tiene cuando combinas dos tonos neutros como el color blanco y el beige. También puedes elevar la temperatura a través de las texturas, la inclusión de muebles de madera o metales cálidos. La estilista Sol Van Dorssen ha mezclado en este salón materiales naturales — hierro, madera, lino o lana— con el fin de crear un ambiente relajado y acogedor.

Si eres de las que opinan que los colores neutros son aburridos, en tu mano está el cambiar esa creencia. ¿Cómo? Introduciendo colores más intensos en pequeñas proporciones. Pueden ser en cojines, ramos de flores o lámparas. Es lo que ha hecho en este proyecto de salón Aru Arquitectura con esa espléndida explosión de naranjas que "despiertan" a blancos, grises y tostados.

Los colores neutros se vienen arriba con mucha facilidad. Unos textiles en tonos rojizos, la presencia de la chimenea, toques dorados, cuadros en las paredes... ¡Y se produce la magia! Es lo que se ha hecho en este salón con una base en blanco y crema.

Los colores neutros también sirven para contrastar, si los utilizas en sus tonos más extremos. Prueba de ello es el uso del blanco y el negro, como ha hecho en este salón de espíritu nórdico el Estudio de Interiorismo Sandon.

¿Quieres llamar la atención de un color o de un mueble determinado en el salón? Lo lograrás, si decoras lo básico en colores neutros. En este proyecto en blanco y beige firmado por Celia Crego, las paredes, el sofá y la mesa de centro quedan relegados a un segundo plano. Mientras, adquieren protagonismo la mesa auxiliar, la butaca y los textiles en un cálido mostaza.

Los salones decorados en colores neutros son súper polivalentes. Gracias a ellos, puedes cambiar la decoración, según la estación del año. Cuando llega el frío, sustituye los textiles por tonos más oscuros y al inicio del buen tiempo, por colores más alegres. Es lo que ha hecho aquí Elena Eyre con esos tonos caldero que levantan el ánimo del sofá y del salón, dominados por el gris.

Los colores neutros se llevan bien con los espacios abiertos. Si quieres unificar ambientes, utiliza en cada uno de ellos elementos cromáticos que los unan. En este salón —abierto al comedor y la cocina— en blanco, gris y beige, la mesita auxiliar y la alfombra ejercen de nexo y separación, al mismo tiempo, entre los tres espacios, dándoles continuidad.

La versatilidad de los colores neutros es indiscutible. Si los beiges aportan calidez, los grises dan un toque de sofisticación y los blancos facilitan la buena organización del espacio. En este salón en blanco, gris y beige, Pia Capdevila ha creado un espacio limpio donde se palpan orden, calidez y elegancia. Unos cojines verdes refrescan el ambiente.

¿Sabías que hay hasta 32 tonos distintos de blanco? No renuncies a mezclarlos, le darás carácter a los espacios y, sobre todo, amplitud. En este salón se ha conseguido una atmósfera relajante gracias a la sabia combinación de blancos salpicados de tonos tierra. El toque de color lo ponen las plantas. Si introduces muebles de madera y piezas color pastel, rebajarás esa sensación de frialdad.

Si crees que los colores neutros solo sirven para decorar el salón, estás muy equivocada. Puedes ponerlos donde te plazcan, desde el dormitorio o la cocina ¡hasta en el baño! En este cuarto, Jùlia Casals ha aplicado blancos y beiges para conseguir un ambiente cálido y sereno. Con la ayuda de materiales como lino,  madera y fibra, será más fácil.

Otra de las ventajas que tienen los colores neutros es que combinan no sólo entre ellos sino con cualquier otro color: rojos, amarillos, verdes, azules, berenjenas... Elena Eyre ha utilizado en este salón blanco y gris, un turquesa estimulante como fondo de las boiseries. Este lacado, en armonía con las plantas, revitalizan el espacio.

Y si el uso de colores neutros en los dormitorios relajan, en el salón y la cocina, estimulan. En estas últimas el color blanco, además, da una sensación de higiene difícil de superar. La interiorista Marta Prats lo ha elegido en esta cocina abierta al salón y lo ha combinado sutilmente con gris —en tiradores, patas de los taburetes y suelo— y beige —en la encimera de madera y parqué—. ¿No te parece un espacio moderno y súper acogedor?

¿Y si apuestas por el gris en la cocina? Le darás un toque elegante y sofisticado. Elige un tono suave para no restarle luminosidad. Es lo que han hecho Chari Manzano y Marta Herrera con esos frentes de armarios lacados, en un gris soft y apertura gola, y las baldosas geométricas. Con el blanco de las paredes y el beige de la madera enmarcando el suelo, este trío de neutros demuestran una vez más su buena sintonía.

¿Piensas que emplear colores neutros es exclusivo del minimalismo? ¡Craso error! Gracias a su cáracter polivalente y camaleónico, blanco, beis y gris armonizan con cualquier estilo decorativo: rústico, industrial, mid century... Y prueba de ello es este dormitorio nórdico, creado por Juanma Alfonso, de Luderna, que gana en sosiego gracias a la presencia de madera natural, lino y mimbre. ¿Te convences ahora de todas las virtudes de los tonos neutros?