Salones con alfombra: los 13 ejemplos más cálidos para inspirarte este invierno

Si las alfombras ya son ese complemento capaz de transformar la decoración de un salón, en color ¡no tienen rival! Una alfombra en color da calidez, pero también renueva la gama cromática del espacio. Este ejemplo en color verde, coordinada con los cojines del sofá, rompe con la neutralidad de los colores predominantes. Y personaliza.

Elegir el color de la alfombra que dará calidez al salón depende de muchos factores. Puede ser una alfombra en un tono neutro y resultar aun así cálido (como los tonos topo o piedra). Pero también las de colores caldera, anaranjados, cobrizos y marrones aportan color y calidez al mismo tiempo. Este es un ejemplo de un salón cálido en el que la alfombra en tono vino suave, en un modelo que aporta movimiento por las aguas, es el complemento textil idóneo.

Casi como si de una moqueta se tratara, esta alfombra cubre gran parte del suelo de la zona de estar. ¿El motivo? No solo dar confort y calidez a este salón, sino aclarar un suelo oscuro (también podría cubrir un suelo estropeado o feo) que rompería demasiado la armonía creada. El diseño es neutro, en un tono bastante discreto a las manchas. Se combina con sofás que destacan sobre esta y cojines de colores. El resto del mobiliario y paredes se mantienen en un tono neutro.

Una alfombra que demarca la zona de estar en este salón. Todas las patas delanteras de los sofás y butaca quedan dentro de la alfombra, también los dos pufs auxiliares. Se convierte en una nota especial al aportar un delicado tono verdoso azulado, discreto, que encaja bien con los neutros de las tapicerías y cojines. Elegir un diseño con textura, como este, suma en detalle y acaba con el predominio de las superficies lisas y perfectas. Ese detalle más artesanal, también suma calidez.

Un salón decorado con una alfombra estampada siempre es más arriesgado. El estampado con su patrón marca mucho la decoración. Y hay que saber combinar el resto de estampados (mejor que predominen los lisos) y colores. Este salón es un ejemplo de calidez. Se decora con elementos de estilos variados y una alfombra de base neutra con un estampado geométricos en tono verde.

Un ejemplo de salón que gana calidez con la alfombra en gris suave con textura. Ese patrón abultado resulta confortable. Además, los materiales de las alfombras hacen que sean más o menos resistentes al desgaste, admitan limpieza o no… Es buena idea tocar la alfombra para saber cómo será su tacto y sensación de mullido.

Hay algunos patrones que se asocian más al invierno y, por tanto, aportan más calidez. Uno de ellos son los cuadros o el tartán, que abrigan al disfrutarlos solo con la mirada. Si llevas los cuadros a una alfombra en un tejido como lana, ¡estarás caldeando el salón de manera inmediata! Fíjate en este ejemplo.

Aunque hay materiales que especialmente nos trasladan al confort de un hogar cálido en invierno (como la lana), hay otros que sorprenden. Es el caso de las fibras naturales, perfectas en cualquier época del año. Además, muchas de ellas admiten tintes, lo que favorece crear diseños únicos, que no solo las de tono natural de fibra vegetal. Este es un ejemplo muy personal de alfombra de fibra con estampado y ribete oscuro.

Una idea original para decorar con alfombras es superponer o mezclar distintos modelos en el salón. ¿Te gusta la idea? Sobre todo es útil para cubrir el suelo de un espacio de forma irregular. Aprovecha para crear contraste con los materiales y acabados, incluso con las formas; o bien mantener la unidad en el mismo tono, aunque en varias intensidades.

Porque resultan naturales y enlazan con el exterior, el campo, la naturaleza… ¡Y esto aporta confort! Hay modelos de fibras naturales que tienen ya cierta intensidad, lo que hace que resulten muy discretas a las manchas. Y hay modelos de materiales que imitan su acabado con toda la comodidad de limpieza y resistencia. Aportan textura. Solo debes tener en cuenta el tacto que aportan al pie descalzo para escoger el modelo más apetecible.

Si cuentas en el salón con dos ambientes de estar o con un salón y un comedor conectados, no sientas que las alfombras deben ser iguales. ¡Para nada! Cada una puede tener un diseño concreto, aunque compartan espacio. Puedes jugar con los mismos colores o no, combinar texturas e incluso formas. Este es un ejemplo de salón con dos alfombras, ambas en tono neutro, pero como modelos muy diferentes y marcados, con textura.

Este salón es contemporáneo y cuenta con una alfombra en la zona de estar, que la enmarca, dejando despejado el espacio de paso. Se ha escogido un diseño con remate en gris y textura combinada. A la hora de escoger la alfombra has de saber que el grosor de esta puede hacer que se produzcan algunos tropiezos. Así que elige bien. Las de pelo largo son bastante cálidas a la vista y cómodas, pero acumulan más suciedad. También se marcan especialmente al aplastarse las fibras con el peso de los muebles. Y decide también el tipo de confección de remate que quieres para la alfombra (muy importante cuando queda a la vista).