Quiero y "SÍ, PUEDO": 7 vestidores pequeños de la revista El Mueble con grandes ideas para copiar

La interiorista Júlia Casals ha convertido un ángulo difícil del dormitorio en un completo vestidor en el mínimo espacio. Ha planificado dos armarios abiertos con zona de barra, baldas y cajones y, para no perder ni un cm, en lugar de puertas los ha cerrado con unas cortinas de lino. Estas arrastran por el suelo y quedan muy elegantes. Su color arena se integra con las paredes, pintadas a la cal, y el suelo de microcemento. Todo en la misma gama cromática. 

Este mini vestidor abierto al baño ha ganado espacio y claridad, gracias a la puerta corredera acristalada que comunica ambas estancias. El interior se ha dejado sin frentes, para no desperdiciar ni un cm, y se ha apostado por muebles en blanco, la opción siempre más ligera. Antes de planificar cualquier armario, la interiorista Natalia Zubizarreta, artífice del proyecto, recomienda siempre analizar el tipo de ropa que tenemos para que así el número de baldas, cajones y barras se ajuste perfectamente a nuestras necesidades. 

Los armarios hasta el techo con la mejor opción para sacar todo el partido al espacio en vestidores pequeños. Blancos y con frentes lisos, como en este proyecto de la interiorista Clara Valls, resultan mucho más ligeros visualmente y se integran en la decoración. Aquí, además, la decoradora ha colocado una cajonera a modo de isla que hace de separación entre la zona de descanso y el vestidor. La lámpara de techo de diseño y en negro la destaca todavía más y le da un aire muy actual al espacio. 

Dos paneles en L de DM pintado son la base de este vestidor, diseñado por Asun Antó, de Coton et Bois. Combina una zona de baldas hasta el techo, con barras a distintas alturas y una amplia cajonera, con hasta 12 cajones, perfectos para guardar lo más pequeño. Al quedar a la vista, es importante ser constante con el orden y buscar la estética. Las perchas, por ejemplo, son todas iguales, de madera, lo que da calidez al vestidor en blanco. Y las cajas combinan madera, blanco y verde. 

Un armario empotrado es una gran solución cuando los metros no abundan. En este proyecto de Ni2 Estudio de Interiores el espacio se ha transformado por completo, ya que el vestidor ocupa el lugar del antiguo baño. El armario combina frentes ciegos con zonas de baldas para los bolsos y destaca por su calidez: sus frentes son de rafia tensada. Cierra la zona de vestidor una decorativa cómoda de madera con frentes de lino que, todavía, intensifica más el aire acogedor del vestidor. 

Este vestidor en suite es pequeño pero muy aprovechado. Se compone de dos cuerpos de armarios abiertos colocados en L, para sacar partido a su planta rectangular y todos en blanco. Su configuración tiene todos los accesorios necesarios para duplicar el espacio útil: pantaloneros extraíbles, cinturonero, gancho para los bolsos... Además, en la pared sin armario se han colocado dos espejos de cuerpo entero que duplican el espacio visualmente, lo mismo que la luz. La pequeña ventana cenital también ayuda a que el vestidor tenga iluminación natural. 

Si el único espacio con el que cuentas para el vestidor es el baño, lo ideal es que le des a esta zona una personalidad propia. Así sucede en esta zona de vestidor diseñada por la interiorista Bárbara Siegfried que destaca del resto gracias a sus frentes con cuarterones en gris antracita que dan profundidad al espacio, además de mucho carácter. El vestidor, además, combina la zona de armarios cerrados con un cuerpo a base de baldas de madera que mantiene a la vista y a mano la ropa doblada.