Un piso muy pequeño (de 50m2) con cocina en la entrada y sin pasillos: ideas modernas y acogedoras

El primer espacio que encontramos, no podía ser otro que el salón. Sencillo, en tonalidades suaves y con una decoración escogida muy cuidadosamente para que brinde armonía, confort - con un precioso sofá en L - y calidez. Las interioristas han optado por un mobiliario cuidadosamente seleccionado en el que se da prioridad a la simplicidad y a la elegancia de los materiales naturales, como vemos en el mueble bajo la televisión que recorre una punta a otra o la mesa de centro de mármol travertino. Aprovechando el potencial de la cubierta inclinada, el salón queda enmarcado por la propia arquitectura y las molduras de las paredes, confiriéndole al espacio un estilo clásico renovado. ¡Nos encanta!

Como ya hemos comentado, las interioristas tenían claro que en esta buhardilla debían reinar los espacios abiertos y diáfanos. De ahí que el salón esté abierto a la cocina. Además, en ambas zonas también se conecta la gran luminosidad que existe en cada una de ellas. Otra clave para la elegancia en este piso buhardilla, es la integración de piezas decorativas y mobiliario único, como la Spanish Chair de Fredericia. ¡Una maravilla!

Sí, tal y como lo lees. La isla de la cocina, estratégicamente situada frente a un ventanal que da acceso a la terraza, se convierte en el epicentro de la convivencia, proporcionando el escenario perfecto tanto para la preparación de las comidas como para socializar. Es sin duda el punto clave que separa visualmente el espacio del salón y la cocina, pero al mismo tiempo los conecta. Además, esta isla tiene un tamaño espectacular para asegurar tanto el espacio para comer como el espacio para trabajar.

Si algo caracteriza a esta casa es la combinación del color blanco y la madera como material protagonista. Una combinación que es un acierto para los espacios que buscan elegancia y calidez. Este estilo se refleja en cada esquina del piso, creando así mucho equilibrio visual en los espacios y generando una continuidad muy aparente. De hecho, la cocina es un perfecto ejemplo de ello, con una isla que reúne estas cualidades.

¡Y voilà! Un cuarto de baño se escondía en el recoveco del armario de la cocina. Es increíble, ¿verdad? Revestido de microcemento y combinado con un mueble de madera natural y grifería en acabado oro bruñido, este baño se convierte en todo un pequeño oasis urbano. Además, se integra una tendencia que ya habíamos visto en otras ocasiones pero que a día de hoy es cada vez más emergente: los espejos ovalados.

Para la separación entre el dormitorio y el salón se prescindió de los tabiques y puertas convencionales, diseñando un cerramiento de vidrio y madera lacada en blanco. Este elemento permite ganar amplitud y maximizar la entrada de luz natural. Así, aunque el piso sea pequeño, la luz incide a todas las estancias, unificándolas y creando bonitos espacios como este tan original.

El dormitorio, con su apacible combinación de textiles en lino y toques de color, completa la atmósfera relajante de este apartamento. De forma sencilla y discreta se van introduciendo estos elementos sin renunciar al estilo característico de la casa, donde el blanco y la madera son protagonistas. Este dormitorio busca así generar confort visual que invite al descanso y a la calma. 

En 2017 surge Deca Estudio, un estudio de interiorismo que se caracteriza por saber escuchar y entender lo que necesitan y quieren sus clientes, para luego aportar sus propios conocimientos como arquitectas e interioristas y crear una propuesta capaz de satisfacer las necesidades estéticas y funcionales. Pueden decir que trabajan desde la honestidad y el compromiso, asesorando y acompañando en todas las fases del proyecto.