Mesas de centro de cristal: pros, contras y 10 diseños estilosos, atemporales y muy versátiles

La decoradora Lucía Mariñas apostó por una mesa de centro totalmente acristalada para completar este salón. Su diseño minimalista y de una sola pieza la convierte en una opción ideal en salones modernos. Prácticamente invisible, cede todo el protagonismo a los objetos decorativos que la visten y contribuye a dar amplitud a la estancia y a multiplicar la luminosidad.

La decoradora Natalia Zubizarreta ha decorado el estar de este salón con un par de mesas de centro tan ligeras como estilosas e imán de las miradas. De madera de roble y con una práctica repisa, su sobre acristalado les resta peso visual y contribuye a multiplicar la luz. 

¿Clásica o actual? ¡Ambas! Y es que esta mesa de centro tiene la capacidad de encajar de manera armónica tanto en salones modernos como de base más tradicional. La clave es su diseño atemporal de líneas puras, y la combinación de materiales: cristal y acero en acabado oro mate, un mix de tendencia. Además, sus dos sobres acristalados aportan transparencia sin ocultar la bella alfombra que enmarca el estar. 

Las mesas de cristal son un gran aliado en salones pequeños, por su ligereza y su capacidad para reflejar la luz, lo que contribuye a que el salón se vea más amplio. Aquí, la estilista y decoradora Olga Gil-Vernet eligió un diseño nido, que da mucho juego, porque en el espacio que ocupa una mesa tienes dos. Redondas, además, resultan más livianas. Su acabado dorado, a juego con las lámparas y la estructura de la butaca, da un toque elegante y contribuye a dar claridad al espacio. 

Calidez y luz: son las dos claves de este salón de verano acristalado. Y ambas premisas las resume a la perfección la mesa de centro escogida por la decoradora Belén Ferrándiz. De madera reciclada, que le da un toque rústico, su sobre acristalado multiplica la claridad y la luz, y aligera visualmente una pieza sólida y muy cálida. 

Las espectaculares vistas al jardín son las protagonistas de este salón, que se ha decorado con una base en blanco en la que solo destacan un par de butacas orejeras de sabor british. La mesa de centro, con una estructura estilizada de metal blanco y sobre de cristal, es tan discreta como estilosa, y da un toque clásico al estar. 

Estas mesas de centro aúnan ligereza y carácter, siendo una opción muy elegante para decorar salones de todos los estilos. Su pie triangular de madera es su toque diferencial, que gracias a su sobre de cristal puede apreciarse sin obstáculos. A su vez, el cristal aporta un toque ligero a la pieza. 

En este salón clásico, se ha optado por una mesa de centro de cristal ligera y elegante, que cede el protagonismo a las piezas estrella del estar, como el sofá chéster de cuero o la butaca de estilo. Su estructura de hierro negro es un guiño a la estantería, también metálica y de hierro. 

En este salón, la mesa de centro, de madera de teca, da el contrapunto cálido a un estar de sofás blancos. Su diseño de líneas rectas la convierte en una pieza muy versátil y atemporal, que encaja en salones contemporáneos y de sabor clásico. Su repisa suma almacenaje y su sobre de cristal, ligereza visual.   

Este salón respira un sabor clásico y atemporal, que la mesa de centro refuerza. Se trata de una pieza cuadrada de metal de acabado envejecido, que le da un look recuperado y mucho encanto. Su sobre de cristal aporta transparencia y "neutralidad", ya que no condiciona la decoración.