ALERTA TENDENCIA: las FOTOS, ideas y motivos de la inspiración JAPONESA que conquistarán tu casa esta primavera

El Monte Fuji, las pagodas, los templos budistas o las cascadas de agua son algunos de los paisajes más habituales de Japón. Intégralos en los textiles de primavera: cojines, plaids, manteles... En este comedor, la pared se ha decorado con un biombo estampado con uno de estos paisajes milenarios. Acristalado y con perfiles de madera, le dan un agradable toque zen.

La flor del almendro, la del cerezo, las magnolias, los lotos, los crisantemos... Las flores blancas transmiten sosiego. Colócalas en tu casa en forma de arreglos naturales, ramas decorativas —como las que hacen Sai Porcelana en este material— o estampadas en papel pintado, como este que reviste la pared del sofá.

Las linternas asiáticas que tanto se utilizan en celebraciones tienen su versión urbana en estas lámparas ligeras y artesanales hechas de bambú y algodón. Muchos interioristas las utilizan en sus proyectos. Un ejemplo es Pia Capdevila en este comedor. En solitario o por duplicado, dan una sensación natural, étnica y auténtica.

El mobiliario japonés tiende a ser funcional y minimalista. Inspirado en la naturaleza, encontramos piezas de madera reciclada, fibra... , diseños sostenibles con acabados envejecidos. La imperfección o el estilo wabi-sabi les da un valor añadido. El lacado en rojo y negro es característico.
La interiorista Beatriz Lario eligió este armario en negro, de inspiración oriental, para decorar este salón. El negro (kuro) es simbolo de antigüedad, nobleza y experiencia.

El uso en decoración de pequeños objetos dorados, en forma de dragón por ejemplo, la caligrafía o shodo, el ikebana o el arte de los arreglos florales, los kimonos... Son característicos de la cultura nipona. Bien llevados pondrán una nota exótica en tu casa. 

Marta Miquel ha elegido para este comedor una lámparas suspendidas redondas en madera clara y un cuadro con trazos negros, que nos evoca el arte de la caligrafía japonesa.

Considerada como la mejor del mundo, la cerámica japonesa está hecha de gres o porcelana. Su característica principal es la sencillez y la asimetría. Según la región donde se haga hay diferentes tipos. Una de las más preciadas es la Arita o porcelana Imari, en blanco y azul da forma a platos, boles, jarrones o tibores, como los de la imagen. Perfectos para decorar una mesa de centro.

El kintsugi o técnica centenaria de Japón de reparar las piezas de cerámica rotas ha acabado convirtiéndose en una filosofía de vida: todos tenemos derecho a reconstruirnos y sobrellevar las cicatrices.

Una de las 4.500 plantas autóctonas de Japón son los helechos. En ellos se ha inspirado el papel con el que se ha revestido el armario que preside este comedor. En un refrescante tono verde, lo han elegido Gracia y Leticia de Amescua. Para los japoneses el color verde representa la vitalidad, la juventud y la eternidad.

Es todo un ritual en la cultura japonesa. Influenciada por el budismo zen, la ceremonia del té o sado es una forma precisa de preparar el té verde o matcha a un grupo pequeño de personas en un entorno tranquilo. Todo gira en torno a 4 elementos principales: armonía, respeto, pureza y tranquilidad. 

Si eres amante del té (o no), no dudes en decorar la mesa de centro con una tetera decorativa sobre una bandeja, portavelas en forma de farol y flores blancas, como ha hecho aquí Begoña Susaeta.

Para tener la casa ordenada, los muebles japoneses cuentan con gran capacidad de almacenaje. Prueba de ello es este aparador de madera de pino lacado en azul con cajones, armarios y cierre con pasador decorativo. Para el salón o el recibidor es ideal. Sobre él puedes colocar una lámpara de sobremesa, un portavelas y algún arreglo floral.

Las pantallas de papel de arroz de inspiración japonesa son un diseño atemporal. La filtración que hacen de la luz consiguen ambientes acogedores y confortables. Solas o en compañía, admiten múltiples presentaciones. ¡Esta súper original sobre el cabecero de la cama nos encanta! Es una creación de Mercedes Pérez.

El tiempo se detiene en este dormitorio donde impera la calma. Colores azules en textiles, muebles de fibra y el cuadro japonés nos regalan un ambiente fresco y súper relajante. Es un proyecto de la interiorista Marta Castellano.

No hay nada más japonés que las flores de cerezo. Se las conoce como sakura y es el símbolo de Japón. A través de dos noren (cortinas japonesas), la interiorista Inés Benavides ha interpretado la primavera nipona en este dormitorio. Los noren de lino están pintados a mano con grullas y flores de cerezo por la artista Mercedes Parages Revertera @sedes.mpr

¿Quieres ver el dormitorio in situ? Pásate por la tienda de tejidos para el hogar Matarranz en Madrid y disfruta de la calma que transmite.

Inspirados en el wabi-sabi (la belleza de lo imperfecto) y el slow lifestyle, los arreglos florales personalizados de Sakura Atelier aúnan psicología, naturaleza y filosofía a través de la sencillez y la atemporalidad.

Los floristas oficiales de Casa Decor 2023 nos dan su receta para un ramo ideal de primavera: un jarrón alto, kenzan o pieza donde insertar las ramas (opcional), 9 ramas de eucalipto, 7 ramas de flor de cera blanca o rosa y 5 rosas de jardín en rosa empolvado. Y si quieres aprender a hacerlos, ¡apúntate a alguno de sus talleres!

Junto a la madera, la fibra natural está muy presente en el mobiliario japonés. En este vestidor, diseñado por Ni2 Estudio de Interiores, se ha dispuesto un espectacular armario cuyos protagonistas son sus estilosas puertas. Están realizadas en rafia tensada a mano y su diseño corredero son de inspiración japonesa.

La sencillez, la conexión con la naturaleza, la imperfección, la asimetría y la sutileza son características que la interiorista Marta Labrador ha querido plasmar en su colección Asia. Consolas lacadas en tinta negra, biombos revestidos con estampados de Toile de Jouy, cómodas con puertas correderas o fusuma, inspiradas en las culturas asiáticas que tanto la fascinan.

Marta acompaña esta colección con la serie Geishas, 4 obras acrílicas sobre tabla de gran colorido, que muestran la vida cotidiana de estas artistas japonesas.

Las piezas precisas, ni más ni menos. Un lavabo en forma de bol sobre una consola ligera y un bonsai son suficientes para recrear el minimalismo japonés en este baño decorado por Inés Benavides para Matarranz Atelier. Lo acompañan un papel pintado japonés, una pantalla de papel de arroz y las toallas de algodón y lino en turquesa y mostaza. De una elegancia exquisita.