Ilusiones ópticas para ampliar un salón con poco esfuerzo

Uno de los primeros trucos para lograr una ilusión óptica que amplíe el salón es recurrir a muebles de diseño horizontal, como la bancada que discurre en la pared de lado a lado. Las líneas horizontales en los muebles, preferiblemente de poca altura, ensanchan así que úsalas para lograr más amplitud en un salón estrecho.

Si el salón es pequeño, pero de techos altos, es un plus a la hora de lograr que se sienta más grande. Pero en cualquier caso, una ilusión óptica es separar visualmente techo y suelo, alejarlos. Para ello, debes recurrir a las líneas verticales. Un revestimiento acanalado o alistonado, molduras que creen formas rectangulares alargadas y estrechas, lámparas colgantes finas que tracen líneas con sus cables…

Con la idea de separar techo y suelo para que el salón parezca más grande, juega con las cortinas. Siempre es preferible su instalación desde el techo. Y la caída nunca debe quedar corta sino que apoye ligeramente en el suelo. Así se aprovecha todo el recorrido con la tela y parece más larga la pared.

Si cuentas con unas vistas abiertas, deja que se aprecien bien desde el salón. Tendrás la sensación de que la pared que limita el espacio se desvanece. Por eso también es un buen recurso crear la ilusión óptica de transparencia y se logra con grandes ventanales. Anota: crea un mirador con vidrios en L y amplía la superficie acristalada y tendrás un salón pequeño bien aprovechado y confortable.

Como ilusión óptica para ampliar un salón no podía faltar el recurso de decorar con muebles bajos. Las piezas de poca altura son más ligeras y no "entorpecen" el recorrido visual. Si la mayoría de los muebles se siente por debajo de la línea de los ojos cuando estamos de pie, con distancia, todo se percibe más despejado.

El blanco es el más luminoso y refleja la luz. Pero también los tonos neutros y suaves son los más recomendados porque su percepción no satura y hará que el cerebro sienta más amplio el salón. Así que también se puede jugar con las ilusiones ópticas a través del color. Escoge los muebles más voluminosos en un salón pequeño en tono claro.

Con la distribución del salón también se pueden generar ilusiones ópticas que lo amplíen. Lo más idóneo es no cerrar la zona de estar, es decir, evitar un sofá en mitad de la estancia. Mejor que el sofá quede adosado a una pared y si es la de la ventana, la sensación de profundidad y apertura será innegable.

En caso de que no puedas aplicar el truco que acabamos de ver y el salón deba estar delimitado por asientos es preferible hacerlo con un par de butacas, un banco o pufs que con un sofá que es más voluminoso. Un truco óptico es recurrir a una mesa de centro lo más grande posible y "rodearla" de piezas más pequeñas y ligeras.

Siempre en un salón pequeño las líneas sinuosas crearán la ilusión óptica de ligereza. Con ellas se eliminan esquinas y ángulos, que son más cerrados y "entorpecen" las zonas de paso. Así que incorpora mesas auxiliares y de centro de sobre redondo, cojines y pufs, alfombras y algún objeto decorativo.

Para ello opta por superficies despejadas y muebles con puertas que oculten los elementos que tengas que guardar y almacenar. Mejor puertas ciegas que vitrinas, por ejemplo. Lograrás la ilusión óptica de orden y con ella equilibrio y amplitud. Este mueble cuenta con un panel corredero que se desliza y oculta o deja a la vista el televisor.

Crea una ilusión óptica de amplitud para la pared principal del salón. Para ello debes cuidar la elección de su decoración. Opta por un gran cuadro de tamaño XXL o por una composición con varias láminas de tamaño medio, pero que ocupen la mayor parte de la pared, de lado a lado del largo del sofá. Si "extiendes" los elementos que decoran el tabique, amplías en horizontal el frente.

Una ilusión óptica muy real es la que se consigue derribando tabiques. Abre el salón a la estancia contigua cuando este es de reducidas dimensiones. Al eliminar barreras visuales que corten hay continuidad y el espacio se amplía. Los metros parecen más aunque solo ganes unos centímetros reales de uso.

Si no quieres derribar tabiques, opta por los mágicos y tan estéticos cerramientos de interior acristalados. Cuanta más superficie de vidrio tengan, mejor. Pero úsalos con cabeza para no perder espacio de apoyo. Puede que convenga más crear un murete ciego a media altura y ubicar el cerramiento en la parte superior. De nada sirve un acristalamiento hasta el suelo para ver la trasera de un mueble.

Otra ilusión óptica a la que recurren los interioristas para ampliar un salón sin derribar tabiques ni usar paredes de cristal es la de crear vanos de paso de suelo a techo. Es decir, no se mantiene la embocadura de una puerta de paso entre ambientes sino que se "eleva" el hueco hasta el techo de manera que se crea un vano. La verticalidad de la solución amplía la altura del ambiente.