Dormir bien por la noche es clave para afrontar el día con la energía necesaria. Tener un descanso reparador depende de muchas cosas y aquí te vamos a hablar de una muy importante: el colchón. Elegir el tipo de colchón que más nos conviene no es tarea fácil. Cuando nos acercamos a una tienda especializada nos encontramos con tanto donde elegir que no sabemos muy bien por qué colchón decantarnos.
A todo esto hay que sumar esos falsos mitos sobre los colchones que todas hemos oído en algún momento y que aceptamos como verdades inapelables. Por ejemplo, que los colchones de muelles están obsoletos o que para la espalda necesitamos un colchón firme. Nada más lejos de la realidad. Vamos a desmentir esos falsos mitos que pueden hacer que acabes con un colchón que no es el adecuado para ti.
Vamos a repasar esas afirmaciones sobre los colchones que no son ciertas y vamos a darte algunos consejos para que tu próximo colchón sea el que tú necesitas.
"Un colchón firme es lo mejor para la espalda"
Para el dolor de espalda lo mejor es un colchón de firmeza media. Un dormitorio decorado por Marta Prats.
Lo hemos oído muchas veces y todas tenemos la idea en la cabeza de que para el dolor de espalda necesitamos un colchón firme. En realidad, si tienes problemas de espalda o dolores articulares necesitas un colchón que respete la curvatura de la columna vertebral y que la mantenga alineada mientras duermes de lado. En un colchón muy firme el peso del cuerpo no se distribuye bien y se tiende a ejercer más presión sobre hombros y caderas, lo que puede provocar dolor. Tampoco nos conviene uno muy blando, ya que el cuerpo se hunde y la columna se resiente. La mejor opción es un colchón de firmeza media.
En cuanto al material, si tienes dolor de espalda lo más recomendable es que elijas un colchón viscoelástico. Gracias a sus propiedades son los que se adaptan mejor a la forma del cuerpo y distribuyen mejor el peso corporal.
De hecho, unos de los aspectos que más nos preocupan al elegir el colchón es que firmeza necesitamos. La firmeza es la sensación que tenemos al tumbarnos en el colchón. Si duermes de lado, lo mejor es un colchón de firmeza baja que permita que el hombro se hunda. Si duermes boca arriba, te conviene un colchón más firme.
El peso también influye en la elección de la firmeza del colchón. Si eres de complexión fuerte, necesitarás una buena firmeza o te hundirás demasiado en el colchón. Si eres de complexión delgada, es mejor un colchón de firmeza baja. La edad es otro aspecto a tener en cuenta. A las personas mayores les conviene un colchón blando para evitar puntos de presión que les provoquen dolores articulares. Los niños, en cambio, necesitan colchones firmes.
"Los colchones con material viscoelástico dan más calor"
Los colchones de viscoelástico crean un molde perfecto del cuerpo. Dormitorio decorado por Lory Hansen.
Es una creencia muy extendida que los colchones viscoeláticos pueden generar más calor. En realidad, este material no da calor ni frío por sí mismo y se adapta a la temperatura de nuestro cuerpo. De hecho, es un material termosensible que tiene memoria y crea un molde perfecto del cuerpo. Esto evita tener que cambiar tanto de postura al dormir. Además, al repartir el peso de manera homogénea por todo el colchón, da una agradable sensación de gravedad cero.
Sí es cierto que este material te envuelve más al acostarte y retiene mejor el calor corporal. De ahí, que si eres una persona muy calurosa se desaconseje este tipo de colchones. Lo mejor es que elijas un modelo de muelles ensacados que son los que ofrecen una mejor circulación del aire y ventilación y, por tanto, ayudan a mantener una temperatura adecuada. Además, suelen ser firmes y no nos envuelven tanto.
"Los colchones de muelles están obsoletos"
Seguro que lo has oído en alguna ocasión. Con tantos materiales, tendemos a creer que los muelles ya no se llevan. No es verdad. Tampoco son ruidosos o incómodos, como algunos creen. En la actualidad existen los colchones de muelles ensacados en bolsitas de tela, un material muy utilizado y que tiene mucho éxito. Su firmeza es media-alta y se adaptan muy bien a cada zona del cuerpo. Suelen contar con un acolchado de espuma que mejora el confort. Además, son los más recomendables si compartes cama. La razón es que absorben el peso y el movimiento de cada persona sin transmitirlo al resto del colchón, por lo que aseguran una buena independencia de movimientos a cada miembro de la pareja.
"Los colchones más caros son los más cómodos"
El precio del colchón no siempre nos indica si nos vas resultar cómodo.
Para nada. Actualmente, existe una amplia gama de precios que nos permite acceder a colchones asequibles que pueden resultarnos muy cómodos y adecuados a nuestras necesidades. Por ejemplo, podemos adquirir colchones de muelles ensacados a partir de 700 € y viscoelásticos desde 400 €. Los de látex, que pueden ser de látex natural, sintético o mezcla de ambos, pueden ser un poco más caros y costar desde 1.500 €. Estos colchones destacan por ser firmes pero a la vez se adaptan al cuerpo y distribuyen la presión de manera uniforme. Además, están especialmente recomendados para las personas alérgicas a los ácaros.