Si hay algo que nos gusta de las cocinas abiertas, es que el espacio en ellas parece mucho más amplio, sin límites. Además, la comunicación entre diferentes zonas de una misma casa, es mucho más fácil y cómoda. Si a esto le sumas que está hecha y diseñada a medida para adaptarse a las necesidades y gustos de quien la utiliza, la hace todavía mejor. Pues bien, el estudio de interiorismo Bambú Estudio (@bambuestudiococinas), llevó a cabo un proyecto de reforma integral en una cocina de un ático en Donostia, San Sebastián, con un resultado espectacularmente bonito y acogedor.
El piso en cuestión, no era muy grande, por lo que uno de los objetivos generales de la intervención era conseguir en el espacio de la cocina mucha más amplitud y luminosidad. De ahí que se terminara eliminando los compartimentos y se abriera al salón. Pero además, había un requisito fundamental por parte de la propietaria: que su cocina estuviera mimetizada con el ambiente que la rodeaba. Es decir, los interioristas debían evitar colores discordantes, ni tampoco blanco o negro.
Su cliente fue clara con su petición, buscaba una cocina que fuera muy cálida. Así, el estudio de interiorismo señala que definieron la carta de tonos y "optamos por el tono Luxor de FÉNIX como eje en torno al que giraría toda la cocina". Este color, es un beige, muy similar a las tonalidades tierra, inspirado en granito y piedra caliza. ¿Vemos cómo ha quedado? ¡Vamos!