"Solo tengo palabras de agradecimiento a El Mueble. Sus páginas inundan de ideas y momentos especiales a todos sus lectores. Siento que es una revista con valores con los que me identifico: elegancia, serenidad, coherencia, actualidad. Soy lectora de El Mueble de toda la vida y todas las casas por las que he pasado, han estado inspiradas en El Mueble". Nuestra protagonista de hoy es Silvia Nieto y vive en este espectacular piso de 180 m2 en el centro de Badajoz. "Soy la pequeña de tres hermanas y todas hemos heredado de mi madre la pasión por la decoración", destaca.
"Rafa y yo compramos esta vivienda de 180 m2, un séptimo en el centro de Badajoz, junto a El Corte Inglés. No se había reformado desde el año de construcción, que casualmente coincide con mi año de nacimiento, así que no nos dio ninguna pena tirarla entera y cambiar la distribución. Nunca dudé del éxito de este proyecto, ya que contaba con la ayuda del aparejador Carlos Luna Martínez, un gran profesional, y con Gracia Calurano, que tiene un don especial para la decoración. Y, por supuesto, también me ayudaron mucho las ideas de El Mueble", reconoce.
"Sin lugar a duda mi estancia especial es cualquier punto de la zona de día de la vivienda. Me encanta sentarme en las sillas hechas a mano por Tapicería Antonio Hormigo, comodísimas, sobre la mesa de Becara y desde ahí dar rienda suelta a mi imaginación, divisando el resto de la zona diáfana, con las vistas que llegan a Portugal y desde donde se puede ver la puesta de sol, sin desperdiciar el ajetreo de la gente entrando y saliendo de El Corte Ingles y paseando por las calles", confiesa Silvia.
"Ya teníamos forjada la familia, María de 12 años, Harry el perro, y nosotros dos, así que pudimos escoger nuestras estancias privadas sin problemas y el resto lo convertimos en zona de día prácticamente diáfana", describe nuestra lectora.
"La vivienda contaba con 5 dormitorios, dos salones con dos terrazas exteriores, cocina con zona de servicio a la derecha, tres baños y un pasillo larguísimo que hemos intentado acortar todo lo posible", añade.
"La zona de día se divide en tres estancias separadas exclusivamente por las columnas, el comedor, zona de estar para compartir momentos y zona de sofás y televisión, donde caemos rendidos a descansar", detalla nuestra lectora. Pero también está la cocina, de Santos.
"La idea principal era pasar la cocina a la zona de los salones para que desde allí se pudieran divisar las vista de la vivienda y, a la vez, estuviera inundada de luz, y la separamos del resto de la zona de día, con unas puertas de hierro color crema y cristales", afirma la protagonista de este artículo.
"También utilizamos unos 12 metros de la zona de la derecha del pasillo para unirlo a la zona de día y eliminar directamente el pasillo, a la vez que ampliamos el espacio diáfano, creando un distribuidor panelado de madera con boiserie en el que hay cuatro puertas correderas hasta el techo que dan paso al despacho, lavadero, baño y zona de dormitorios", agrega.
"En la zona de dormitorios conseguimos sustituir el largo pasillo por un distribuidor que da acceso a los tres dormitorios de la casa, empapelando una pared con el papel de tucanes de Coordonne", explica Silvia.
"Al dormitorio principal le dimos la habitación anterior utilizando esta de vestidor, que es por donde decidimos poner la puerta de entrada a dicho dormitorio, dentro de este espacio a través de una puerta corredera se accede al baño", cuenta la lectora.
Y esta es la habitación de su hija, en tonos marrones y rosados.