"Hace tantos años que la revista El Mueble está en mi vida que no sabría decir desde cuando soy lectora. Recuerdo desde muy pequeñita acompañar a mi madre al quiosco a comprarla y luego sentarse a ojearla, mientras yo la miraba a ella. Y, años después, ser yo la que recuperaba esas revistas y leerlas. ¡En casa aún conserva auténticas reliquias!" la que escribe es Patricia Burgos la protagonista de este reportaje.
"Somos una pareja de Madrid y Barcelona que, por cuestiones laborales, nos trasladaron a Valencia. Llegamos solteros y alquilamos un piso. Pero una vez afianzados pasamos de ser 2 a 5. Así que por logística y comodidad consideramos que lo más cómodo era vivir al lado del cole. Así que nos decidimos a comprar un piso en un barrio residencial de 160 m2. Necesitamos espacio siendo tantos. Desde el balcón vemos el patio del colegio, ¡a las niñas les encanta!" nos sigue contando Patricia.
"La estancia que más nos gusta es el salón. Valencia tiene tanta luz que hasta en invierno es cálido. Y las niñas aún teniendo su habitación para jugar salen con sus juguetes a la alfombra y terminamos todos jugando juntos" añade. Uno de los grandes aciertos para hacer circular la luz ha sido abrir una ventana de cuarterones de cristal que comunica la cocina con el salón.
"El piso es todo exterior y se distribuye en recibidor, 4 habitaciones, 2 baños (1 de ellos en la suite junto con el vestidor), cocina y salón-comedor. El piso llevaba 8 años cerrado y no tiene nada que ver con lo que es ahora pero redistribuyendo estancias he conseguido tener mi mini vestidor" comenta entusiasmada.
En su decoración vemos que el color blanco es protagonista, junto con los muebles y el suelo de madera. Y para contrastar, toques de negro, en lámparas y cristaleras, y la elegancia y sofisticación del dorado.
"El resto de habitaciones las usamos como habitación de las niñas, habitación de juegos y tengo por terminar una de estudio, que ahora con el confinamiento a muchos se nos han generado esa necesidad. Y las niñas necesitan su habitación para hacer los deberes tranquilas. Así que la habitación de invitados, para la familia cuando viene a vernos, va a desaparecer" añade Patricia sobre su próximo proyectos decorativo.
El dormitorio de las pequeñas de la casa respira un aire tranquilo y acogedor con sus camas idénticas y los stickers y peluches decorando la pared. Y en la zona de juegos hay sitio para tenerlo todo bien ordenado. En su decoración se repiten los colores del resto de la casa: blanco, negro y madera con toques de rosa y amarillo.