Maite es lectora de la revista desde hace 25 años y confiesa sentirse totalmente identificada con el estilo. "Para mí es un regalo poder disfrutar cada mes de todas las maravillosas casas que compartís con nosotras", introduce la protagonista.
Su casa de 240 m2 en Irún (País Vasco) es un auténtico reflejo de su modo de vida y personalidad. En ella han crecido sus dos hijos y, a lo largo de 24 años, ha ido evolucionando adaptándose a sus necesidades.
"Me encanta recorrer rastros y descubrir pequeños tesoros. También me gusta mucho redecorar las estancias de mi casa, restaurar los muebles y darles una nueva vida en un espacio diferente", explica Maite.
Nos fijamos en la zona de la chimenea. Un gran espejo efecto ventana corona el espacio. ¿Al lado? Un aparador blanco con detalles en madera y tiradores da "el toque deco".
"Disfruto mucho planificando las diferentes reformas y las solemos hacer nosotros mismos", cuenta la anfitriona mientras nos dirigimos hacia la cocina.
"Diría que la zona más especial de mi casa es el salón-cocina: un punto de encuentro para la familia y los amigos. ¡Unir los espacios fue todo un acierto!", añade.
En una de sus reformas más recientes, Maite optó por tirar los tabiques y comunicar las estancias con una puerta corredera totalmente acristalada. ¡Qué buena idea!
Otro de los puntos destacados de la casa es el vestidor junto al dormitorio principal, ¡que también hicieron ellos mismos! "Me paso el día planificando cambios y organizándolo todo", admite.
Su próxima meta es reformar el dormitorio del ático. Entre sus plantes, explica que está colocar un zócalo blanco con cuarterones y pintarlo de gris, también dedicando una zona a vestidor.
El dormitorio infantil es otro espacio repleto de tesoros. ¿Te has fijado en la vitrina restaurada con papel pintado? La verdad es que, mires hacia donde mires, encuentras algún detalle que hace la casa única.